Delacroix, vandalizado en el Louvre de Lens y rehabilitado en una hora
Una joven pinta con un rotulador la inscripción "AE911" sobre la obra más famosa del artista
Cuando Charles Baudelaire decidió aplicar su aguda sensibilidad a la crítica de arte, profetizó que su admirado Eugène Delacroix no dejaría nunca de alentar pasiones: "Este hombre", dejó escrito en referencia al pintor, "me da a veces deseos de resucitar a tiempo para asistir a los encantamientos y alabanzas que suscitará en tiempos futuros".
Lo que no podría haber aventurado el poeta es que en el siglo XXI una enajenada marcaría con un rotulador el lienzo La libertad guiando al pueblo (1830), obra señera del pintor romántico por excelencia, con el fin de trasladar a la opinión pública un mensaje político-paranoico.
Eso fue lo que ocurrió en la tarde del jueves en la sede del Museo del Louvre de Lens (norte de Francia), esqueje de la pinacoteca parisina inaugurado el pasado 12 de diciembre y orgullo de la política de distribución de la riqueza cultural francesa.
La inscripción, que no resultó ser indeleble ni lacerante, ensuciaba la tela quizá más icónica de Francia, alusiva a la revolución burguesa de 1830, en un espacio de treinta centímetros de largo por seis de alto. Rezaba, escuetamente, "AE911".
Según fuentes de la investigación citadas por la prensa gala, la malhechora es una mujer de 28 años y residente en el Pas-de-Calais que actuó en apoyo a la asociación Arquitectos e Ingenieros por la Verdad sobre el 11-S (AE911, por sus siglas en inglés). El colectivo en cuestión considera que el derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001 fue el resultado de demoliciones controladas (de autoría indeterminada), y no el fruto de atentados realizados con aviones secuestrados por islamistas radicales. Una psiquiatra aportada por la fiscalía ha determinado, después de un examen pericial, que la mujer es "irresponsable penal" y ha recomendado su internamiento en una institución psiquiátrica. Será puesta a disposición judicial el sábado.
Las instituciones museísticas francesas hicieron gala, ayer, de una celeridad encomiable a la hora de restaurar el esplendor e integridad de la tela afectada, con lo cual la 'Libertad' de la Delacroix será exhibida de nuevo al público a partir de hoy. Eso sí, con seguridad reforzada.
Xavier Dectot, director del Museo Louvre de Lens, ha explicado en conversación telefónica los detalles de la cura. "Enseguida se desplazó una restauradora de Lille, que hizo un primer análisis, y esta mañana [por ayer] acudieron desde París los responsables del departamento de pintura del Louvre". A continuación "se reprodujo en una paleta de pintura, recubierta del mismo tipo de barniz que cubre el lienzo, la inscripción con el mismo rotulador empleado en el ataque al lienzo, un Bic negro de trazo grueso y de uso muy extendido", relata Dectot.
Antes de proceder a intervenir sobre el cuadro de Delacroix, el equipo de expertos "contactó con otros colegas, con el centro de investigación de los Museos de Francia y con restauradores extranjeros, como los de la Tate Modern, que sufrieron un ataque similar recientemente". Acto seguido, "se probó con diferentes productos capaces de disolver la inscripción sin dañar la pintura", afirma el responsable del Louvre-Lens. "Afortunadamente", suspira, "la tela estaba barnizada". Por último, se procedió a retirar con éxito la infeliz 'intervención' de la mujer.
¿Será reforzada la seguridad de la obra, cedida en préstamo anual por París para su exhibición en Lens? "Sí, pero de manera provisional", dice Dectot. "Nuestro análisis muestra que el sistema de seguridad funcionó, porque el agente de la sala intervino en cuestión de segundos". Pero queda descartada, en todo caso, una medida extrema como la instalación de una vitrina, dado que "afectaría al cuidado de la obra y reduciría de manera drástica su visibilidad".
El director del museo señala que es la primera vez que ha sido dañada la obra" y que "siempre se corre el riesgo de que una obra sufra daños por parte de personas desequilibradas". Pero, concluye, "este incidente no cambiará la determinación y la concepción del museo" como un espacio abierto a los ciudadanos. "Para nosotros es un orgullo poder mostrar la 'Libertad guiando al pueblo'.
Babelia
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