Una película de épica y sudor
El crítico de EL PAÍS Javier Ocaña imparte un curso gratuito sobre cine y deporte El seminario empieza el 11 de diciembre y muestra secuencias de hasta 60 películas
Primero, el Coliseo. Y luego, en una sucesión rápida, el estadio Olímpico de Roma, una secuencia de El gladiador y los jugadores del Barça. Y así durante siete minutos. Con esta sobredosis de épica en vídeo el entonces entrenador culé, Pep Guardiola, intentó motivar a su equipo de cara a la final de la Champions’ League de 2009, en la capital italiana, contra el Manchester United. Y, ya fuera por esas imágenes o por el talento de Eto’o y Messi, el marcador le dio la razón: 2-0. Aunque el resultado no lo es todo. Porque Guardiola “podría haber usado una película mejor para eso”: palabras del crítico de EL PAÍS Javier Ocaña, que sobre la relación entre cine y deporte impartirá un curso gratuito la semana próxima en la madrileña sede del Consejo Superior de Deportes.
“En estos tiempos en los que están de moda vídeos como el de Guardiola o de Alex Corretja [el capitán del equipo español en la copa Davis motivó a los tenistas con Rocky 4] quiero dar a conocer filmes menos famosos que pueden servir mejor como motivaciones porque son más emocionantes y bien hechos”, asegura Ocaña. Y cita a dos ejemplos: El milagro, sobre el inesperado triunfo del equipo de hockey sobre hielo de EE UU contra el de la URSS, y Carros de fuego, que cuenta la historia real de dos jóvenes británicos que participaron en los Juegos Olímpicos de 1924.
De profesionales del sector a docentes, de padres de atletas a simplemente curiosos, el curso Cine y deporte: educación y entrenamiento se dirige desde el próximo miércoles 11 de diciembre a los primeros 105 que reserven, por correo electrónico y gratuitamente, un asiento. Entre tanto público, hasta habrá espacio para los Guti, los Rexach, los Balotelli y compañía: “El seminario busca transmitir los valores del deporte y habla también del cine como herramienta para animar al entrenamiento. En Soul surfer una surfera vuelve a competir y ganar, gracias a su esfuerzo, tras perder un brazo. Sería perfecta para el típico deportista buenísimo, pero sin ganas de entrenar”.
Hasta 60 películas ha seleccionado Ocaña para su curso de cuatro días. Entre ellas, hay certezas y sorpresas. Aparecerán, aunque sea durante un rato, obras tan conocidas como Evasión o victoria e Invictus, pero no películas españolas como Días de fútbol y El penalti más largo del mundo. Ambas tienen un fallo, según Ocaña: “Fueron éxitos de público. Pero las he dejado fuera porque no me parecen buenas”.
Sea como fuere, no especialmente buena ha sido la relación del celuloide con el deporte más amado del mundo. Cambian directores y proyectos, pero rara vez el cine ha trazado un retrato acertado del fútbol. Entre las excepciones, Ocaña nombra las dos adaptaciones (una británica, con Colin Firth, la otra estadounidense, con Drew Barrimore) de Fiebre en las gradas, la homónima novela de Nick Hornby.
Qué hacer cuando amas a una mujer pero estás casado con 11 hombres es el subtítulo de ese filme que cuenta la dificultad de conjugar la vida real y la pasión por el equipo que todo hincha algo enfermo de su equipo conoce. Aunque más complejo aún, para el cine, ha sido contar y grabar la realidad de un partido de fútbol. “Creo que depende de que, a diferencia de otros deportes, no tiene jugadas estáticas que sean espectaculares, salvo el penalti”, aclara Ocaña.
Tal vez por eso el baloncesto y el rugby cuentan con una trayectoria cinematográfica más agradecida. Tanto que el crítico tirará de ella para su curso: “Sobre el básquet, Hoosiers es estupenda. El ingenuo salvaje es un gran ejemplo de filme logrado sobre rugby, y Moneyball lo es para el béisbol”.
Una larga lista de películas. De sujeto, época, actores y director distintos. Pero (casi) todas con una constante: están hechas y protagonizadas por hombres. “Es así para el 98% de esos filmes. Aunque el cine sobre deporte ha sido machista también en otro aspecto: cuando trata a la mujer lo hace para evidenciar los prejuicios y no para valorar sus virtudes”, sostiene Ocaña. Salvo, una vez más, algún ejemplo positivo. Como la “magnifica” Million dollar baby, de Clint Eastwood, sobre el sueño de una chica de llegar a ser boxeadora.
De ahí que el papel de la mujer en el deporte sea otro de los temas analizados por el seminario. También se hablará de los ultra, de cómo la política a veces se ha apoderado del deporte, o de presión. Como la que sufre el pequeño protagonista de En busca de Bobby Fisher, la que para Ocaña es “una de las mejores películas sobre el deporte”. Agobiado por el deseo de triunfo de su padre, en un momento del filme el joven Josh Waitzkin pierde adrede una partida de ajedrez contra un rival inferior. Una gran secuencia. Salvo, claro está, para un vídeo de Guardiola.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.