Corona para una reina de las puntas

La primera bailarina del Royal Ballet de Londres se siente canaria, y su castellano, a pesar de los años que lleva en las islas británicas sigue teniendo ese acento dulzón y cantarín. Zenaida Yanowski (23 de diciembre de 1975, Lyon) es lionesa porque sus padres, los entonces bailarines y hoy maestros Anatol Yanowski y Carmen Robles, bailaban en la plantilla del Ballet de la Ópera de esa ciudad francesa, en unos tiempos en que la agrupación se distinguía por su modernidad y sus apuestas en el terreno del ballet moderno. Zenaida, de niña, ya se instaló en Las Palmas de Gran Canaria con sus progenitores y con ellos comenzó sus estudios de ballet, lo mismo que su hermano Yuri y su hermana menor Nadia. Yuri Yanowski es primer bailarín el Ballet de Boston y ya se ha iniciado en el terreno de la coreografía; Nadia Yanowski está en el Ballet Nacional de Holanda (HET) y ya ha hecho papeles señeros del gran repertorio como Myrtha Reina de las Willis del ballet “Giselle”. Zenaida ensayó a su hermana para este papel. En el caso de los Yanowski se puede hablar de auténtica saga del ballet a la manera antigua.

Después de ganar la Medalla de Plata en el prestigioso concurso de Varna (Bulgaria) en 1991, Zenaida se integró en la plantilla de la Ópera de París donde desarrolló su fuerte personalidad, pero donde, tras un año de trabajo, no cuajó carrera. En 1993 se lleva la medalla de oro de la European Young Dancers Competition y en 1994 la del concurso internacional de Jackson (USA). La suerte estaba echada y el mundo anglosajón la reclamaba, integrándose en la platilla de Royal Ballet de Londres en ese mismo año donde ha llegado a primera bailarina. Esa ha sido su casa y la de sus triunfos hasta hoy. Con su cercanía y buen carácter, Zenaida no suele quejarse, pero en España ha sido bastante olvidada, siendo como es una estrella del ballet clásico de primera línea aplaudida por la crítica y adorada por la muy exigente balletomanía británica.

Poco a poco, la franco-canaria encontró su sitio, su centro físico y emocional en el escenario seduciendo siempre con sus muy personales interpretaciones tanto de los grandes papeles canónicos como de las nuevas creaciones de coreógrafos actuales, desde William Forsythe a Christopher Wheeldon (que ideó sobre ella el rol de la Reina de Corazones del ballet “Alicia en el país de las maravillas”). Los coreógrafos quedan seducidos con Zenaida además de por su sólida y depurada técnica, su físico vertical y su estampa, por la entrega y versatilidad que demuestra con cada nuevo rol. En su repertorio incluye la Odette/Odile (Cisne blanco-cisne negro) de El lago de los cisnes, el Hada del azúcar del Cascanueces, la muy espectacular Myrtha de Giselle (un rol complejo donde pienso ha dado lo mejor se su impronta), Raymonda, varios ballets de Balanchine, entre ellos Agon y La Sirena de El hijo pródigo, Symphony in C o Los cuatro temperamentos; también ha hecho suyos La Novia en Les Noces de Bronislava Nijinska o la Ninfa Principal de L'Après-midi d'un faune de Vaslav Nijinski. También es de mencionar su Hada de las Lilas de La bella durmiente, su encarnación poderosa del hada mala Carabosse en ese mismo clásico de Petipa, o la Gamzatti de La Bayadera, donde ha tenido como partenaire al italiano Roberto Bolle; en esa línea del gran ballet académico, su Reina de las Dríadas de Don Quijote también es excepcional. Entre sus partenaires habituales está el refinado Rupert Pennefather, con quien ha hecho Sylvia de Frederick Ashton, entre otros muchos ballets de coreógrafos ingleses, como MacMillan o el Checkmate de Ninette de Valois (donde encarna la Reina negra).

A Zenadia Yanowski le ha tocado vivir una época de tronos compartidos y no absolutos en que en las grandes compañías de ballet del mundo la competencia es feroz, tal como dijera el crítico anglo-americano Clive Barnes. Ella ha creado e interpretado muchos roles de coreógrafos internacionales como Twyla Tharp, Mats Ek, Nacho Duato, Glen Tetley o Jiri Kylián, entre otros.

Su esbelta figura, la fuerza de sus puntas, la determinación y limpieza de su baile le da su corona y una espléndida madurez. Zenaida está ahora en su mejor momento; su Lago de los cisnes” (recientemente transmitido en directo a todo el mundo) actual puede valorarse como de los mejores; la veremos bailar este verano en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.