Casa de América reajusta su oferta cultural ante la escasez financiera
La institución afronta un nuevo ciclo con un 32% menos de presupuesto La estrategia pasa por el mecenazgo y las colaboraciones con otras instituciones
Se cumplen 20 años desde que se creara en Madrid la Casa de América con motivo de los actos de celebración del V Centenario. Durante estas dos décadas la institución se ha constituido como un centro de diplomacia pública, con una potente agenda cultural, para hacer de las dos orillas del Atlántico un océano menos inhóspito. La efeméride, que ha reunido esta mañana al Rey, el ministro de Asuntos Exteriores García-Margallo, y diversos representantes de la comunidad iberoamericana en una reunión extraordinaria de su Consejo Rector, Alto Patronato y Consejo Asesor Iberoamericano, ha terminado apostillada por la coletilla que persigue a casi cualquier iniciativa pública en estos tiempos de recesión, "máxima austeridad y eficiencia", como ha recalcado Tomás Poveda, director de Casa de América.
En las palabras de todos los representantes políticos que han pasado por el atril del palacio de Linares se repetía el mismo mensaje. "Las raíces de nuestra Comunidad Iberoamericana son profundas y nuestro proyecto común avanza hacia el futuro", ha dicho el Rey. "Hace 20 años la relación era asimétrica a favor de Europa, ahora es al contrario, ya que las democracias se estabilizan en Latinoamérica, sus economías avanzan más deprisa que las europeas y dan pasos hacia procesos de integración embrionarios", ha continuado el ministro de Exteriores. "Si la Unión Europea, y España como país miembro, no hacen un esfuerzo por acrecentar su presencia en América Latina, un continente que empieza ya a mirar hacia el Pacífico, se perderá una oportunidad histórica", remachaba García-Margallo.
La estrategia a seguir ante tantos buenos deseos pasa por superar una realidad macroeconómica que ha dejado por el camino el 32% del presupuesto total de la institución, "con un mayor descenso de la parte pública", ha especificado Poveda a EL PAÍS. En 2012 el presupuesto ha sido de 3,3 millones de euros, frente a los 4,8 millones de 2011. La mitad de las arcas de Casa de América se llenan con partidas del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid; la otra parte proviene de las empresas que conforman el Alto Patronato, con Telefónica a la cabeza, los beneficios de la comercialización de las salas y la cafetería del centro. "Nos planteamos este nuevo ciclo que comienza con la mentalidad de abrirse a nuevas colaboraciones con instituciones, nuevas estrategias de política comercial y la captación de mecenas que pasen a formar parte del patronato", ha desglosado el responsable de Casa América, en el puesto desde el pasado marzo.
Uno de los primeros afectados por el recorte del presupuesto ha sido el festival Vivamérica. Coincidiendo con la festividad del 12 de octubre, Casa de América desplegaba toda su artillería cultural y social durante una semana de encuentros entre intelectuales de la comunidad iberoamericana que culminaba con una gran cabalgata festiva por las calles de Madrid. Este año la cita "se ha condensado", en palabras de Poveda, en el fin de semana Ritmos latinos, donde el protagonismo ha sido para las asociaciones de inmigrantes.
El viraje se materializa también en las exposiciones y actividades culturales que el centro ha organizado en los últimos meses. La exposición Roger Casement en Iberoamérica, inaugurada el pasado 10 de octubre, basada en el protagonista de El viaje del celta de Mario Vargas Llosa, se ha organizado en colaboración con la embajada de Irlanda y la secretaría de Estado para Iberoamérica. "No puedo adelantar mucho, pero para el año que viene ya tenemos cerrada una muestra con una artista brasileña sufragada por un patrocinador", ha ejemplificado Poveda. "Estamos en un lugar privilegiado, con salas muy bien acondicionadas, esta tiene que ser la aportación de la que nos valgamos".
Babelia
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