El péndulo novísimo de Cosmopoética
El festival de Córdoba reúne a Cántico, con la generación de los novísimos españoles del 70 como eje principal de las jornadas
Como en un viaje de ida y vuelta, los integrantes de la generación de los novísimos volverán a reunirse la semana que viene. Y lo harán en Córdoba, cuna de Cántico, un grupo que influyó de manera íntima en la lectura de la que también se conoció como generación del 70. Cuarenta años después, buena parte del grupo regresa a la ciudad de Pablo García Baena, uno de los dos superviviente de Cántico junto a Ginés Liébana, con motivo de la novena edición del festival Cosmopoética.
La cita reunirá, entre el 3 y el 5 de octubre, a Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, José María Álvarez, Antonio Martínez Sarrión y Vicente Molina-Foix, que formaban parte de la antología de José María Castellet, Nueve novísimos poetas españoles que en 1970 que dio nombre a la generación. Y a ellos les sumarán Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Jaime Siles, Jenaro Talens, Antonio Carvajal, Marcos Ricardo Barnatán y Antonio Colinas, quienes también compartieron gusto por la estética culturalista y camp.
“En efecto, me parece que del grupo Cántico, y también del Postismo de Chicharro y de Ory, beben los miembros del grupo Novísimo, tanto los de la antología de Castellet como los de las de Martín Pardo y Prieto”, señala por correo electrónico Luis Alberto de Cuenca.
Vicente Molina Foix era solo un adolescente de 16 o 17 años cuando compró sus primeras ediciones publicadas por los autores de Cántico Pablo García Baena o Ricardo Molina. “Aquello era todo un descubrimiento”, recuerda. “Entre los seis más jóvenes de los nueve novísimos del libro de Castellet, es decir, Gimferrer, Carnero, Félix de Azúa, Ana Moix y Lepoldo María Panero y yo, había una común admiración por Cántico”.
La identificación de los novísimos con Cántico fue tal, que su reivindicación tomó tintes de manifiesto. Y aquello era toda una declaración de intenciones dentro de una España en la que aquella partida de poetas surgida en Andalucía era solo era apreciado por una minoría “en el duro ambiente de la literatura comprometida y social que en el aquel momento todavía tenía su vigencia. No solo era algo anómalo, sino que para algunos era hasta sospechoso”, prosigue Foix.
La historia, como siempre, se repite en su movimiento pendular. “Ahora percibo que, en la última generación de poetas, se recibe el mensaje Novísimo con más nitidez y entusiasmo que en las inmediatamente anteriores”, apunta Luis Alberto de Cuenca. Y de la misma forma que fueron los más jóvenes escritores de entre los novísimos, quienes se fijaron en Cántico, son las nuevas generaciones de creadores, algunos de ellos cordobeses, los que reivindican la generación del 70.
Uno de ellos es, precisamente, el nuevo director literario de Cosmopoética, el novelista y poeta Joaquín Pérez Azaústre, quien se siente “deudor de su obra”. “Siguen vigentes. Irrumpieron acercando la poesía a otros lenguajes como el cine o la publicidad, aportando una gran variedad cromática y visual. Y todos sus integrantes continúan en plena forma poética, desarrollando obras muy poliédricas y llenas de matices”, señala Azaústre. “Ya hay poetas con una obra más que interesante como José Luis Rey que tienen a los novísimos como un referente más cercano que otros escritores”, destaca el director de Cosmopoética.
La Sala Orive, una antigua capilla del palacio cordobés del mismo nombre en el escenario para las disertaciones de esta generación de autores. Y la influencia que el Grupo Cántico pudo haber tenido en los novísimos será tratada, sin duda, en la mesa de debate presidida por Pablo García Baena.
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