El fotógrafo del Londres chispeante
El Centro de Historias de Zaragoza acoge la primera retrospectiva en España de Brian Duffy El retratista de las estrellas de los sesenta revolucionó la fotografía de moda
John Lennon, David Bowie, Michael Caine, Brigitte Bardot, Ursula Andress... célebres músicos, actores y modelos fueron retratados por el fotógrafo londinense Brian Duffy en los efervescentes sesenta. Duffy (1933-2010) los inmortalizó en su plenitud, jóvenes y creativos, en imágenes "fechadas", como decía él, porque "un buen fotógrafo es el que data las imágenes en el momento de tomarlas", para que puedan ser reconocidas en el futuro, para que se sepa a qué época pertenecen.
Medio siglo después de aquellos años, un centenar de esas imágenes han llegado al Centro de Historias de Zaragoza, en la primera retrospectiva que puede verse en España de este artista y que permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre. Duffy fue mucho más que un fotógrafo de famosos, revolucionó los rígidos cánones que imperaban en la encorsetada fotografía de moda. "Él pertenece a la generación de niños británicos que crecieron durante la Segunda Guerra Mundial y que a mediados de los cincuenta manifiestan nuevas actitudes en la música, el arte, la moda...", dice el comisario de la exposición, Mario Martín Pareja.
Entre esos jóvenes que querían dejar atrás el periodo de carestía, salir y divertirse con la música de las nuevas bandas, el rock y el pop, Duffy escogió la moda —en la muestra pueden verse algunos de sus patrones—. Sin embargo, cuando empezó a trabajar de asistente para los fotógrafos en las sesiones con las modelos, descubrió lo que realmente le gustaba. Así, en 1957 le contrató la edición británica de Vogue. Él y los también fotógrafos David Bailey y Terence Donovan ayudaron entonces a formar lo que se denominó Swinging London (Londres chispeante), el movimiento juvenil que alejó a Inglaterra de la depresión posguerra y convirtió a la capital británica en el centro mundial de la moda y la música en los sesenta. Estos tres fotógrafos que se convirtieron también en celebridades fueron bautizados por la prensa como "El trío terrible".
Era amigo de Lennon, del peluquero Vidal Sassoon y de modelos como Twiggy
"Duffy redefinió la estética de la fotografía de moda, les hacía cambiar de poses a las modelos. Las revistas le llamaban porque querían que él hiciese las fotos de sus sesiones, se había convertido en un miembro del star system, era amigo del peluquero Vidal Sassoon, de John Lennon, de supermodelos como Twiggy". Es fácil imaginar aquel paraíso de fiestas, glamour, famosos y gente talentosa empeñada en hacer historia. Duffy era uno de ellos, a pesar de que, como señala Martín, "no era muy simpático, más bien un poco agrio en su carácter". Su nuevo estilo en la fotografía de moda le abrió cada vez más puertas en las revistas. Lo principal de su obra se publicó en la francesa Elle.
Documental
Además de las imágenes, en la muestra de Zaragoza hay entrevistas en televisión a Duffy, se escucha la música que a él le gustaba: John Coltrane, Artie Shaw, Chalie Parker, Chet Baker.. y está el documental que la BBC realizó en enero de 2010, solo cuatro meses antes de su muerte, titulado El hombre que disparó a los sesenta. Esa película cuenta, sobre todo, sus inicios y su regreso. Sí, su regreso porque en 1979 Duffy tuvo un arrebato y quemó en su jardín parte de su trabajo. El humo alertó a los vecinos y la llegada de la policía evitó que se perdiera todo.
¿Por qué lo hizo? "Esta mañana decidí quemar mis negativos. Sentía que todo lo que tenía que hacer y decir en fotografía ya estaba hecho", dijo el protagonista. Fue su hijo Chris, también fotógrafo, el que persuadió a su padre para que recuperara negativos, hojas de contacto y copias de los archivos de las revistas para las que había trabajado.
Chris está ahora embarcado en mostrar la obra de su padre por todo el mundo y prepara una cita especial. En marzo de 2013 el Victoria and Albert Museum de Londres albergará una gran exposición sobre David Bowie y allí estarán las instantáneas de las sesiones de los tres discos en los que colaboró Duffy, incluida la famosa portada de Aladdin Sane. La exposición cuenta cómo Duffy sugirió a Bowie ese nombre para el disco.
Tras la moda y la música, Duffy llegó a la publicidad, "fundamentalmente porque tenía tres hijos que alimentar", explica Martín. Siempre dispuesto a explorar nuevas vías, fue el autor de campañas tan impactantes como la de los cigarrillos Benson & Hedges (que puede verse en la fotogalería que acompaña este texto) y la de Smirnoff, en la que se lanzó en paracaídas con una modelo que llevaba en la mano una copa de vodka para lograr una imagen aérea. "Era un tipo al que le gustaba vivir de verdad la fotografía". En ese periplo por la publicidad están también sus dos calendarios Pirelli.
Tras el episodio de la quema de sus negativos, Duffy desapareció de la primera línea. Tuvieron que pasar tres décadas para que volviera a hacer lo que mejor sabía. En 2009, en un ejercicio de nostalgia, volvió a retratar a algunos viejos conocidos de los explosivos sesenta. Fue la última aportación a la fotografía de este "anarquista" —como le define su hijo— que desentrañó con su cámara el Londres más chic.
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