El eccehomo de Borja contará con vigilancia privada

El párroco Florencio Garcés quería que el eccehomo intervenido en el Santuario de la Misericordia de Borja (Zaragoza) quedara tapado durante la romería que mañana culminará en ese lugar con motivo de las Fiestas de San Bartolomé, que hoy arranca. La idea era no seguir despertando “la mofa” de curiosos que desean ver el resultado de la restauración a la que una vecina sometió a la pintura mural, del siglo XIX.

El alcalde de Borja, Miguel Arilla, ha desechado la idea de tapar la pintura para no generar más polémica. Y no solo: el eccehomo estará protegido por una zona acotada, y además contará con vigilancia privada en la romería de mañana. "Se rodeará con un cordón a un metro de distancia de la pared" ha detallado a Europa Press el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Borja, Juan María Ojea, para evitar que el numeroso público que acuda a la romería "lo toque".

El párroco aducía que el protagonismo mañana debía ser de la Virgen, pero el protagonismo en los próximos días parece que seguirá siendo del eccehomo. Desde el Centro de Estudios Borjanos (CEB, donde surgió la noticia) informaron ayer de que universidades "americanas" se han puesto en contacto con ellos para "analizar este fenómeno desde el punto de vista sociológico", también se ha interesado una agencia de publicidad estadounidense, con la idea de "analizar el impacto mediático".

Hoy Manuel Gracia Arribas, del CEB, reiteraba por teléfono el interés de varias universidades, pero sin dar más detalles: "No puedo dar ningún nombre por expreso deseo de estas instituciones. Van a realizar un trabajo académico, no buscan figurar". En cuanto a la agencia de publicidad, Gracia Arribas asegura que no tomó nota del nombre de la misma, pero que les llamó "un señor muy simpático de Nueva York", informa Antonio Fraguas.

En el blog de dicha institución se vuelve a comentar hoy la repercusión global de la noticia: “Los medios se han puesto en contacto con nosotros a lo largo de las 24 horas del día, para lo que ha sido preciso estar presente, atendiendo llamadas de los más diversos lugares, desde Nueva Zelanda a Canadá.

La presión también ha hecho mella en la espontánea restauradora, Cecilia Giménez (de 81 años) que ayer guardaba cama presa de un ataque de ansiedad.

Al pie de la ya famosa imagen, la concejalía de Cultura del Ayuntamiento colocó una urna petitoria con el fin de recabar donativos para obras de conservación de la capilla. Ayer no se habían recolectado más de siete euros.

La Asociación de Conservadores-Restauradores de España (ACRE) apostó ayer, según informa Europa Press, porque las autoridades eclesiásticas se asesoren sobre la importancia de contar con personal técnico especializado para las intervenciones en el patrimonio, a fin de evitar “supuestas restauraciones que destruyen o desfiguran obras de arte” como ha podido ocurrir con este eccehomo.