Diseño de ideas con arte(sanía)

Alberto Gorgojo (Madrid, 1984) desde pequeño sintió una gran atracción por el arte más contemporáneo y experimental, al mismo tiempo que disfrutaba de cualquier elemento que desprendiera un atisbo de futurismo y modernidad. Siempre tuvo claro que su vida estaría guiada por la creatividad, pero no sólo de una forma artística, también tenía una visión técnica y constructiva de lo que le rodeaba y decidió plasmarla en el mundo de la arquitectura.

Estudió delineación, con la intención de hacer después la carrera, pero tras trabajar en dos estudios, se dio cuenta de que siempre estaba dibujando “ideas” y no edificios. Investigando, comprendió que esas ideas se llamaban diseños, en concreto diseños industriales, y se volcó por completo en esta disciplina. Primero estudiando Ingeniería Técnica en Diseño Industrial, y más tarde Modelismo Industrial en la Escuela de Arte de diseño industrial de Madrid.

Su trabajo está dividido en cuatro áreas diferentes. Diseño: Los objetos creados pueden fabricarse en serie, es decir, diseños industriales realizados con procesos industriales. Artesanía: Objetos realizados con diferentes artesanos españoles, en un intento de preservar nuestra cultura y en contra de la desaparición de estos oficios. Experimentación: Una mezcla entre obra única y reciclaje, ya que todos los diseños tienen algún componente al que se le ha dado una segunda vida. Arte Contemporáneo: Diferentes trabajos geométricos realizados únicamente por sus valores estéticos, sin la carga funcional que impone el diseño. Las creaciones de Alberto Gorgojo han sido exhibidas en espacios como el Museo Nacional de Artes Decorativas y eventos como Casa Pasarela.

P. ¿Qué crees que aporta tu propuesta como valor?

R. Creo que lo más importante es tomar responsabilidad como diseñador, dentro del momento en el que vivimos. Crear objetos que sean atemporales, de buena calidad y fáciles de reciclar, y que inviten a rehuir de la tendencia “usar y tirar” que nos impone el consumismo. En las últimas décadas parece que valía todo a la hora de diseñar. Ahora hay que dejar huella gracias a la conceptualidad del objeto en sí mismo, y no gracias a los residuos que produzca al final de su vida útil.

P. ¿Qué posibilidad real ves de poder acceder al circuito estable de la cultura?

R. Es difícil responder, sobre todo por todos los caminos diferentes que uno puede tomar en esta disciplina. Un diseño industrial no está terminado hasta que, después de todo tu trabajo, lo realiza una empresa. Me gustaría colaborar con fábricas nacionales o europeas que apostaran por el medio ambiente y los derechos laborales más de lo que lo hacen las asiáticas, pero es difícil en un momento en el que no existe una clara cultura de consumo y sólo se demanda lo que sea más barato. Me apasiona también el mundo de la artesanía, pero ahora tampoco es competitivo ya que tienen precios más altos que los objetos que se importan de fuera.

P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las mayores dificultades para los talentos emergentes?

R. Creo que nuestro principal problema es la falta de demanda por parte de la población. Parece ser que nadie duda de la buena inversión de varios cientos de euros en un aparato electrónico de última generación, obsoleto dentro de un año. Sin embargo nuestra educación no nos permite disfrutar de una obra original de un autor, de coleccionar los discos de un grupo, o de comprar una lámpara de tal diseñador. Los jóvenes diseñadores tampoco contamos con buenas plataformas de difusión de nuestros trabajos, como sí ocurre en otros países, ni de una relación fluida entre los centros de estudios y la industria.

P. ¿Qué beneficios esperas de salir en una plataforma como esta?

R. Para mí es una gran oportunidad para que conozcan mi trabajo personas que nunca habrían llegado a él de otra forma. Siempre tendemos a darnos a conocer sólo dentro de lo medios relacionados con nuestro gremio, a pesar de diseñar para el público en general.

P. ¿Con qué herramientas cuentan los talentos emergentes para darse a conocer?

R. Los blogs son una herramienta fundamental para cualquier diseñador. Te permite darte a conocer en todo el planeta de una forma fácil y gratuita. Sin embargo la competencia también es global. También utilizo mucho Twitter para descubrir empresas, asociaciones y a otros diseñadores.