Unas cintas podrían ofrecer pistas sobre otros asesinatos de la ‘familia Manson’

En el verano de 1969, los seguidores de Charles Manson perpetraron una batida asesina en Los Ángeles en la que se cobraron la vida de siete personas, entre ellas Sharon Tate, la mujer del cineasta Roman Polanski. Cuarenta y tres años después, la policía espera poder esclarecer si La Familia, como se hacían llamar, pudo cometer más asesinatos gracias a las grabaciones de varias conversaciones que uno de sus miembros, Charles Tex Watson, mantuvo, entre 1969 y 1970, con su abogado, Bill Boyd, ya fallecido.

Este martes, la juez de Plano (Tejas) Brenda Rhoades, autorizó a la policía de Los Ángeles el acceso a las cintas, si bien ha otorgado al nuevo abogado de Watson un plazo de 15 días para que recurra su decisión. “No sabemos qué nos vamos a encontrar, pero esperamos obtener pruebas que nos permitan resolver algunos de los crímenes que se cometieron en esa época”, comentó a la agencia Reuters Andrew Smith, comandante de la policía de Los Ángeles.

Se tuvo conocimiento de las grabaciones a raíz de una investigación federal por suspensión de pagos en la que se vio envuelto el despacho de abogados que representaba a Watson

Las autoridades tuvieron conocimiento de la existencia de ocho horas de conversaciones grabadas a raíz de una investigación federal por suspensión de pagos que se desarrolló en Tejas y en la que se vio envuelto el despacho de abogados que representaba a Watson. Entonces, el jefe de policía de Los Ángeles solicitó por escrito al Departamento de Justicia que le entregara las grabaciones porque “contienen información adicional de asesinatos cometidos por los seguidores de Charles Manson”, según la cadena de televisión KNBC, que tuvo acceso al documento.

Los detectives, sin embargo, no han podido reclamar legalmente las cintas hasta que el asesino, que ahora tiene 66 años y cumple cadena perpetua en una prisión de California, no renunció al derecho de confidencialidad al que le ampara la relación entre cliente y abogado. Watson accedió a ello para poder abonar, con el dinero obtenido de la subasta de las grabaciones, los honorarios que le debía a Boyd, que murió en 2009.

Tanto Watson como su mentor fueron sentenciados a la pena de muerte por los asesinatos del verano de 1969, el primero como autor, el segundo como inductor de aquéllos y por apuñalar hasta la muerte a Gary Hinman. La sanción fue conmutada por cadena perpetua cuando, a principios de los 70, se abolió la pena capital en el Estado de California. Manson, de 77 años, cumple condena en la prisión estatal de Corcoran. El pasado 10 de abril le fue denegada por decimosegunda vez la libertad condicional.