Un padre con 533 hijos
En tiempos de penuria económica, desconcierto social, ocaso moral y modorra intelectual (el presente mismo), el cine siempre ha sabido ofrecer productos a la altura de las circunstancias: historias más grandes que la vida, narradas con la simpatía, la amabilidad y la dulzura que reclaman los corazones agitados que defienden dos horas de paz, aunque sea a costa de cierta condescendencia en su tratamiento. De modo que no resulta casual el éxito reciente en la cartelera española de películas como Intocable, El exótico hotel Marigold y La pesca del salmón en Yemen, todas cortadas por el mismo patrón sentimental. Una lista a la que esta semana se une la canadiense Starbuck, agradable comedia canadiense sobre la paternidad en toda su extensión, centrada en la (im)probable historia de un adulto que vive una existencia de adolescente, y que ve cómo 142 de sus 533 hijos, fruto de sus implacables donaciones de esperma dos décadas atrás, desean conocerle.
Personaje tarambana, a la deriva, de esos que encuentran su redención ética por culpa de un golpe del destino a través de un humanismo de corte un tanto gamberro, el padre múltiple de Starbuck es uno de esos protagonistas que, inevitablemente, provocan la empatía del espectador, a pesar de que haya que pasar por alto cierta superficialidad en el tratamiento de algunos de los conflictos (el de la trama mafiosa, la relación con su novia…), y una narrativa en la que se acumulan demasiados interludios musicales, esos que igual sirven para narrar acciones que para resumir tonalidades: los tres primeros dan buen rollo; a partir del sexto la sistemática puede resultar cargante.
STARBUCK
Dirección: Ken Scott. Intérpretes: Patrick Huard, Julie LeBreton, Igor Ovadis, Antoine Bertrand, Sara-Jeanne Labrosse. Género: comedia. Canadá, 2011. Duración: 103 minutos.
Sin embargo, la calidad de los diálogos, el gran trabajo de su intérprete protagonista, Patrick Huard (mejor actor en la Seminci de Valladolid), y la cordialidad del conjunto pueden convertir a Starbuck en un nuevo eslabón de la cadena de éxitos de identificación afectiva del momento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.