El universo Rueda inspira una nueva galería

La plaza del Biombo es uno de esos espacios minúsculos que salpican las estrechas callejuelas del Madrid de los Austrias. En la planta baja y los sótanos del número 6 trabajó durante décadas el pintor y escultor informalista Gerardo Rueda (Madrid, 1926-1996). Hoy jueves, cuando se cumplen 16 años de su muerte, ese mismo espacio recupera la actividad pero transformado en una atípica galería de arte. Radicalmente diferente a los locales convencionales, Binomio (toma el nombre de una de las piezas más célebres del artista) se estrena con obras de artistas coetáneos de Rueda que por méritos própios cuentan con grandes espacios en los manuales de arte: Antonio Saura, Ben Nicholson, Pablo Serrano, Julio González, Mompó, Luis Gordillo, Ana Petters, Jordi Teixidor, José de Guimaraes y entre otros, el propio Gerardo Rueda.

José Luis Rueda, heredero del legado de Gerardo Rueda ha concebido la nueva galería con un concepto radicalmente diferente respecto a los locales existentes. Como en todas partes, todo lo expuesto se vende. Y dados los autores escogidos para el arranque, los precios están entre los 360.000 euros (la pieza de Calos Saura) y los 9.000 (el cuadro de Ana Petters).

La diferencia respecto a las otras galerías consiste en que José Luis Rueda quiere ir recreando los diferentes ámbitos artísticos y personales en los que se movió vida y obra del fundador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca junto Fernando Zóbel y Gustavo Torner. Según vaya restaurando los espacios anexos a la galería, abrirá un café en el que Rueda hijo tratará de reproducir las tertulias literarias con las que tanto disfrutaba el artista madrileño. “Será una puerta abierta a quienes tengan cosas que contar”.

Convencido del éxito futuro de la galería (“Va a ir de cine”, asegura su propietario), José Luis Rueda explica que en esta primera entrega ha querido mostrar la faceta de asesor artista. Durante muchos achos, Gerardo Rueda contribuyó, con su opinión a la formación de numerosas colecciones públicas y privadas. “Fue asesor del Museo del Louvre, de la Universidad de Harvard, de la familia March, de la familia Botín”, añade José Luis Rueda, “y a todos ellos les convenció de la importancia de adquirir obra de artistas españoles como algunos de los que están ahora en esta exposición”.

Las obras escogidas proceden de colecciones privadas y sus propietarios han decidido sacarlas al mercado. Todas, tanto las de autores nacionales como las internacionales, participan de la atmósfera artística y el gusto de Gerardo Rueda.

Después vendrá la fotografía de autores como Mapplethorpe o García-Alix, sus colecciones de marcos, sus libros...