El Pórtico de la Gloria soñado

El sueño de Mateo es también el sueño de Francisco Prado-Vilar, un profesor de Historia del arte en la Universidad Complutense de Madrid, especializado en Arte Medieval, que piensa que la mejor estrategia para la conservación del patrimonio es a través de la educación. Esa convicción está hoy plasmada en las páginas de El sueño de mateo. La creación del Pórtico de la Gloria, un libro ilustrado a todo color por Rodrigo Chao que protagoniza Mateo, el niño que se convertiría después en el maestro creador del pórtico medieval de la Catedral de Santiago de Compostela. La narración lleva a los lectores a embarcarse en un viaje a través de un mundo misterioso cuyos secretos se les revelarán poco a poco, hasta conducirles a las claves para entender los significados de la obra cumbre del Románico.

El proyecto, impulsado por la Fundación Barrié, persigue por un lado fomentar y difundir el conocimiento del patrimonio artístico entre los jóvenes, y al mismo tiempo, contribuir a la importancia de su conservación. En principio, indica Prado-Vilar, el libro está dirigido a lectores de entre 13 y 16 años, “una edad complicadísima, cuando un niño puede ser completamente niño o completamente adulto”. La intención del autor era escapar de la narrativa infatilizada, consiguiendo un texto que no se consume en la primera lectura, pero que despierta algo misterioso en el lector que le lleva a volver sobre ella. “Estamos acostumbrados a que los chicos lean textos poco trabajados de contenido, con un lenguaje pobre… En El sueño de Mateo tanto Chao con sus ilustraciones como yo buscamos un término medio: Un texto de niveles profundos, con un lenguaje cuidado y variado. Pretende inspirar o despertar la capacidad de los niños para inspirarse”, explica el profesor.

En la historia, Mateo (cuya edad el autor se resiste a desvelar) se sumerge en un sueño que le lleva a vivir una serie de aventuras, inspiradas en las de La divina comedia de Dante o La Odisea, y se va topando con mundos raros y monstruos. “Los dibujos son muy elegantes, complejos de composición, se juega con distintos niveles emocionales. Hay ilustraciones que dan miedo, otras viñetas son más abstractas, más benévolas… Es un mundo en sí mismo”, aseugra Prado-Vilar.

Un mundo que recorre la historia del Pórtico de la Gloria, fechado en el año 1.188, y que será cerrado al público parcialmente durante los próximos dos años para restaurarlo. “El Pórtico ha estado visible durante siglos. Con esta iniciativa esperamos que la gente joven conozca la historia, y ahora que vamos a tener un Pórtico mucho más rico, más sano y más resplandeciente seguro que los visitantes estarán más educados para apreciar las sutilidades que ofrece esta obra maestra del más alto nivel”.