_
_
_
_
CÁMARA OCULTA

Caza de brujas

Imprescindibles Juan Antonio Bardem
Juan Antonio Bardem.ULY MARTÍN

Las nuevas autoridades madrileñas se han cepillado de un plumazo al director del teatro Español, Mario Gas, aunque este sea reconocido como el mejor de cuantos han desempeñado dicha función en muchos años. En Gijón, ya es bien sabido, las nuevas autoridades locales han cesado fulminantemente al director de su festival de cine, José Luis Cienfuegos, desoyendo las protestas que se han oído incluso a nivel internacional. Por su parte, el festival de cine político de Ronda, celebrado a finales del 2010, solo ha conocido una primera edición, ya que las nuevas autoridades de la ciudad siguen a día de hoy sin pagar las deudas contraídas, dejando a galardonados y trabajadores con un palmo de narices, y truncando en consecuencia lo que prometía ser un festival interesante y hasta necesario. Se aducen razones económicas o se dejan deslizar insinuaciones que oficialmente no se desmienten, con lo que es lícito sospechar que lo que en realidad se está cortocircuitando es la independencia creativa de los no afines. Por si fueran poco los graves recortes al cine español y a la televisión pública con los que se nos está amenazando…

La censura es para siempre, decía Juan Antonio Bardem, el director de cine que tanto la padeció, convencido de que lo que los censores prohibieron en su día no podrá volver a existir nunca jamás. Cuando pase este huracán, si es que pasa, o cambien de nuevo los mandos será difícil recuperar la creatividad que ahora se interrumpe de manera tan drástica y disparatada. Gastar menos no es ir dejando el campo arrasado…

Rodeado de tan sombrío panorama, el mes que viene se celebrará el festival de cine español de Málaga, que a pesar de los recortes y algunos agoreros, ha anunciado un programa prometedor, que ojalá obtenga el éxito que tanto necesita el cine nuestro de cada día. Al menos, para acallar esas voces de amenaza o de castigo. Se rendirá homenaje a La tía Tula, la obra maestra de Miguel Picazo realizada en 1964, cuando también sonaban lamentos sobre la crisis en el cine español. Pero la película y sus circunstancias sobrevivieron a quienes quisieron censurarla, cuyos nombres nadie recuerda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_