"El patrimonio histórico y natural es levadura del desarrollo económico"
Araceli Pereda es la presidenta recién elegida de Hispania Nostra, la pionera de las asociaciones civiles españolas dedicadas a la defensa y conservación del patrimonio histórico y natural. Sucede en el cargo a Alfredo Pérez de Armiñán. Redactora de la Ley de Patrimonio de 1985, Pereda ha sido directora general de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, responsable de la Fundación Banesto, alta ejecutiva de la Cooperación Española del Ministerio de Asuntos Exteriores y directora del Museo Lázaro Galdiano, entre otros cometidos. La asociación que preside acaba de ser premiada por el Gobierno regional de Madrid con el galardón a la Defensa del Patrimonio, tarea en la que se encuentra comprometida Hispania Nostra, filial española de Europa Nostra, la organización continental que preside el tenor Plácido Domingo.
Su principal meta es que crezca la participación social en defensa del patrimonio
"La conservación, rehabilitación y mantenimiento de los bienes patrimoniales generan muchos trabajos"
A la pregunta sobre la clase de potencial patrimonial que tiene España, Pereda asegura que "se trata de una superpotencia por la cantidad de patrimonio histórico mueble e inmueble que posee" y recuerda que España es, con Italia, "el país que ha recibido más declaraciones de ciudades como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco". Cuando hace tres décadas se realizó el inventario de los bienes patrimoniales españoles, tarea en la que Pereda intervino, sumaban más de 40.000 los elementos artísticos y monumentales considerados patrimonialmente valiosos. De su estado de conservación hoy, la nueva responsable de Hispania Nostra destaca que, por tratarse de un contingente de enormes proporciones, resulta muy difícil definir su situación general. Pero precisa: "Ha mejorado la sensibilidad respecto a los objetos, pero no existe nada semejante a propósito del patrimonio inmaterial, todo aquello que contribuye a enriquecer la historia del elemento artístico o monumental considerado". Pone un ejemplo: "La cornisa madrileña hacia Poniente, Las Vistillas, no es solo esa línea del perfil de la ciudad, con sus edificios, palacios y templos; es también la mirada que sobre ella proyectaron antes y proyectamos ahora nosotros al recrearla y evocarla, como cuando la pintó Francisco de Goya: el patrimonio inmaterial es toda una memoria indeleble asociada a lo que es el patrimonio material en sí", dice. "Se han justificado muchas agresiones inadmisibles contra el medio ambiente, invocando la creación de empleo, como en El Algarrobico", en referencia al megahotel edificado ilegalmente en primera línea de playa en el litoral almeriense.
Una nueva ley
Treinta y seis años después de la promulgación de la Ley de Patrimonio de 1985, para la presidenta de Hispania Nostra "se impone una reflexión profunda para armonizar mediante una nueva norma los criterios sobre la protección patrimonial". Ella propone que la futura ley "refleje los numerosos compromisos de carácter nacional que España ha asumido en todo este tiempo". Tal pauta armonizadora tendría que contemplar, según su criterio, la reciente extensión del concepto de patrimonio al ámbito del territorio y el paisaje, además de la referida al universo arqueológico subacuático. Considera que desde la promulgación de aquella ley "ha habido muchas cartas y convenciones internacionales que España ha suscrito y que es preciso reglamentar". Por todo ello, estima que la futura ley "debería integrar al patrimonio como fuente de desarrollo y aumentar la coordinación de las competencias al respecto de las que hoy disponen las Comunidades Autónomas".
"Hispania Nostra fue fundada en 1975 como sección española de Europa Nostra, donde España es un miembro muy activo, y entronca con una larga tradición europea", dice para remarcar que "siempre han gozado de un prestigio los premios anuales de Europa Nostra, al frente de cuyo jurado figura el español José María Ballester, y cuya Presidencia ejerce un español universal, Plácido Domingo".
La asociación está formada por 260 personas vinculadas de manera voluntaria a Hispania Nostra, entidad que carece de ánimo de lucro. Posee una sede, alquilada, en Madrid, desde donde se lleva la vida asociativa cotidiana y se editan dos publicaciones: la revista trimestral Hispania Nostra, que dirige Isabel Ordieres y Patrimonio Cultural y Derecho, que es anual, la regenta José Luis García Fernández y la patrocinan las fundaciones de Aena y de Ferrocarriles Españoles.
De los riesgos y desafíos que se abren a su gestión, Pereda subraya que su principal meta es conseguir que crezca la participación social en el mantenimiento y defensa del patrimonio. "La mayor parte de las asociaciones existentes adolecen de falta de participantes y de compromiso con proyectos concretos", resalta.
Autocrítica
Las líneas de una autocrítica en el sector las dibuja en torno a la necesidad de que las organizaciones de defensa patrimonial crezcan en número, y muestra la exigencia de que los banquillos dirigentes sean renovados. "Algo no se ha hecho bien cuando la gente joven, siempre generosa en su entrega a causas nobles, no se ha integrado, ni entregado del todo, en esta lucha". "Deseo asimismo mejorar la calidad de esta lucha, aumentando la utilidad social de lo que hacemos y ganando peso en las instituciones privadas y públicas". Meta añadida supone la superación de la que considera "permanente falta de recursos", que piensa paliar "mediante el trabajo complementario con instituciones locales y regionales". Y como colofón, se plantea como propósito específico, "reflexionar para definir adecuadamente el concepto de buenas prácticas y premiar su despliegue en ámbitos como la restauración, la rehabilitación y el mantenimiento del patrimonio".
En cuanto a cómo piensa conseguir esas metas, señala: "Como criterio general, lo haré difundiendo la convicción de que el patrimonio está constituido por símbolos de nuestra historia, que forma parte de nosotros y que, además, nos confiere calidad de vida". En lo inmediato, se propone "asociar nuevos miembros desde los voluntarios actuales, así como relatar de manera correcta y sencilla a la sociedad lo que hacemos, para ampliar de tal manera nuestro impacto social gracias a las nuevas tecnologías, con la mejora de nuestra página web y desde las redes sociales Facebook y Twitter, desde las cuales brindar participación pública en las denuncias de bienes patrimoniales en peligro". Hispania Nostra posee una relación, llamada Lista Roja, donde se detallan aquellos elementos patrimoniales en peligro y de cuyo valor se da noticia, así como de los riesgos que sobre ellos gravitan.
La lista se creó en octubre de 2008, explica Carlos Morenés, miembro de la Comisión Ejecutiva. "Actualmente contiene 406 elementos patrimoniales. De ellos, 27 han sido retirados porque se ha intervenido en su restauración o consolidación. "Siempre insistimos en que la lista no es una denuncia sino una llamada de atención sobre el estado de los elementos patrimoniales que contiene", matiza. "El objetivo principal es lograr que se intervenga y se evite su destrucción o deterioro o, en su caso, se eliminen las amenazan que recaen sobre estos elementos".
Buenas prácticas y señalización
Por otra parte, como compromiso singular de Pereda, la organización española se dispone a establecer un premio para las Buenas Prácticas con el que reconocer los esfuerzos desplegados por particulares, instituciones privadas y públicas en el universo patrimonial. "En muchas ocasiones, la accesibilidad a un lugar de interés patrimonial es muy deficiente, por lo cual pretendemos premiar los esfuerzos de diseño e imaginación registrados en su mejora", explica la presidenta de Hispania Nostra.
En cuanto a qué ventajas e inconvenientes presenta la sociedad española respecto a la defensa de su patrimonio histórico y natural, Pereda resalta el crecimiento de la apreciación de los valores patrimoniales por parte de la ciudadanía. "A la gente le enorgullece identificar los símbolos de su memoria histórica", remarca. Y añade: "La conservación, rehabilitación y el mantenimiento de los bienes patrimoniales generan, además, muchos puestos de trabajo".
Por último, sobre en qué medida la defensa del patrimonio puede o no contribuir a mitigar la crisis financiera, responde: "El patrimonio es un bien público y ha de contar con un lugar preferente en la acción pública. Si se destruye, se pierde para siempre, tanto el histórico como el natural". Pero -puntualiza- "está sometido a la consunción por causas propias. El único patrimonio que no desaparece es la inteligencia". Ello le lleva a afirmar que "el patrimonio es la levadura del desarrollo económico, por la función social que desempeña, ya que una actuación puntual en la rehabilitación de un casco histórico, por ejemplo, moviliza mano de obra, plantea proyectos e investigaciones, así como excavaciones arqueológicas; acredita también estéticamente ese lugar, que se cualifica municipalmente; mejora las vías de acceso; atrae turismo, se desarrolla la artesanía y la gastronomía locales... Es una cadena que va permitiendo afinar, con aciertos consecutivos, la puntería en una secuencia de dianas que son, en definitiva, riqueza en despliegue para todos", concluye.
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