El nieto de Picasso busca combinar público y privado
Impulsor del museo de Málaga, dio ayer una conferencia
La necesaria sinergia entre sector público y privado, especialmente en el contexto de la crisis, cuando las instituciones ya no pueden aportar financiación al arte, fue el tema de la conferencia que, bajo el título Aspectos del arte hoy: la relación entre galerías, coleccionistas e instituciones. Un museo público y privado, pronunció ayer Bernard Ruiz-Picasso en Caixfòrum de Barcelona, organizada por la Fundación Arte y Mecenazgo, que preside Leopoldo Rodés.
Nieto del artista malagueño y de su primera mujer, la bailarina Olga Koklova, Bernard Ruiz-Picasso fue junto con su madre, Christine Ruiz-Picasso, el impulsor del Museo Picasso de Málaga y es el presidente de su consejo asesor. También, junto con su esposa, la galerista Almine Rech, ha creado la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA), que posee un fondo de obras de su abuelo y también de otros artistas contemporáneos que enlaza las vanguardias históricas con la creación actual.
Bernard, que de pequeño conoció en París al secretario de su abuelo, Jaume Sabartés, se siente muy próximo al Museo Picasso de Barcelona, cuya gestación siguió en aquellos años cuando viajaba con su padre a la capital catalana y del que alaba el modo como ha ido creciendo, ocupando cada vez más espacios del barrio —"casi un barrio Picasso"— y aumentando el número de visitantes. Lo que más destaca actualmente es el el hecho de que el museo haya crecido por la plaza trasera y disponga de buenos accesos. "Lo que de verdad me importa profesionalmente es cómo llegan y se abren las cajas con los cuadros", explicó quien ha cedido innumerables piezas para exposiciones.
Almine reivindicó la última fase de la obra del pintor malagueño, la de los años sesenta y setenta, al final de su vida; "una época poco estudiada y que ha despertado el interés de los artistas actuales". Fue entonces cuando los artistas contemporáneos se alejaron de la pintura con el movimiento conceptual. Ahora, señaló, descubren las últimas transgresiones del genio, como cuando optó por utilizar pintura industrial.
No parece, sin embargo, que sea previsible la apertura de un nuevo museo Picasso, pese al interés que sigue habiendo por su obra en todo el mundo, como recordó Bernard. Pronto se reabrirá el de París, y en cuanto a la familia, recuerda que en la actualidad "la hija de Jacqueline ha hecho algo en el castillo de Vauvenargues, en el sur de Francia. En verano abre sus puertas a los visitantes para que sientan el espíritu del taller y de la casa donde están enterrados Picasso y Jacqueline".
Babelia
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