Roman Polanski: "Claro que me he arrepentido"
El cineasta ofrece una larga entrevista a una televisión suiza en la que repasa su carrera y habla de los errores y tragedias de su vida
Por primera vez tras su detención, ocurrida en 2009 en Suiza, Roman Polanski ha concedido una entrevista larga. Hablando ante una televisión cantonal suiza desde un hotel de Gastaad, el cineasta polaco, de 78 años, se detiene en los errores y las tragedias que han jalonado su vida con el periodista Darius Rochebin. En la conversación, que será emitida mañana, el reportero le pregunta que algunos han comparado su "pulsión" con la de Dominique Strauss-Kahn, "una pulsión que hace zozobrar una vida". Polanski responde:"Sí, sí, claro que sí". Rochebin: "¿Y se ha arrepentido de esa pulsión? "Sí, naturalmente", dice Polanski, "pero de eso hace ya 34 años... Claro que me he arrepentido".
Tras protagonizar aquel siniestro episodio en 1977, Polanski fue detenido y estuvo en la cárcel. Mucho tiempo después, el nuevo aislamiento lo ha vivido con menos angustia, asegura. Tras una tira y afloja judicial, Suiza se negó a extraditarle a Estados Unidos, y Polanski fue puesto bajo arresto domiciliario, con la obligación de no ver a nadie y llevar una pulsera electrónica."No hay que olvidar que estamos ante algo a lo que ya me habitué hace 34 años", afirma, "yo ya estuve en la cárcel y cumplí mi condena. Por eso me fui de Estados Unidos entonces. Pero esta vez ha sido más soportable. Ya no tengo ese pánico del joven director de la jet-set que no se queda nunca en el mismo sitio más de tres o cuatro días".
El cineasta afirma además que quizá está hecho "de un material más duro que los demás", ya que se acostumbró "a la muerte desde muy pequeño". Con un aspecto sorprendentemente joven, y entre bromas y reflexiones sobre su arte, Polanski recuerda que la primera vez que se cruzó con la muerte tenía siete años: "Vi matar a una mujer en el gueto de Varsovia a cuatro metros de mí", afirma.
El director habla también con Rochebin en un tono de confidencia sobre el asesinato de su mujer, Sharon Tate, que murió cuando estaba embarazada de ocho meses: "Las sospechas recayeron sobre mí al principio, hasta que detuvieron a Charles Manson, porque acababa de rodar Rosemary's Baby. Fue una acusación insoportable", recuerda. Sobre su (mala) fama, Polanski cree que empezó entonces, y que en los últimos tiempos "ha ido creciendo como una bola de nieve por culpa de Internet".
Sobre Carnage, su última película, que acaba de ganar el premio de honor en Zurich y fue ovacionada en Venecia, explica que la escribió mientras estaba en arresto en Gastaad. "Fue lento, porque tenía que mandar los fragmentos al abogado, que luego se los mandaba a la policía, que luego me los devolvía. Pero se trabaja bien bajo vigilancia, yo obligaría a algunos a hacerse arrestar y ponerse a currar", bromea.
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