Punto de Vista se queda en Navarra
El festival de cine documental llega a un acuerdo con el Gobierno de la Comunidad para celebrarse cada dos años hasta que termine la crisis económica
El festival de cine documental Punto de Vista ha llegado finalmente a un acuerdo con el gobierno de Navarra y se celebrará de manera bienal mientras dure la crisis económica, que está repercutiendo de manera letal en certámenes culturales de toda España. La voz de alarma, nacional e internacional, que provocó el anuncio del fin de un festival de cine situado a la vanguardia ha logrado sus frutos. "Nos alegra anunciar que el Festival Punto de Vista no desaparece del mapa, sino que pasa a convertirse en una cita bienal mientras dure la actual crisis económica. Así, la octava edición, que estaba prevista para febrero de 2012, se aplaza un año y se celebrará en febrero de 2013", señaló ayer en un comunicado su director, Josetxo Cerdán.
"La noticia, en el actual panorama de recortes y crisis devastadora, no puede sino llenarnos de alegría", continúa Cerdán, "especialmente por los espectadores y cineastas que habían hecho de Punto de Vista un lugar especial y esperado, y también por aquellos que durante estos días habéis mostrado vuestro apoyo y solidaridad con un proyecto que dejó de ser de quienes trabajan en él para pertenecer al público, a la ciudad, a los cineastas, a todos aquellos que entienden que Punto de Vista es, más que nunca, un punto de encuentro".
Además, el festival, para mantener vivo a su público ofrecerá en la sala de la Filmoteca de Navarra, del 20 al 26 de febrero de 2012, un programa en torno a la no ficción, un programa que tendrá lugar de forma alterna los años en que no se celebre el festival.
Dos semanas de tensión
El gobierno de Navarra anunció el pasado 19 de septiembre un recorte del 8% sus gastos. De esos ahorros, un 16% corresponderían al departamento de Cultura. De esta manera la tijera apuntaba al INAAC (Instituto Navarro de las Artes y las Ciencias Audiovisuales), del que depende el festival de cine, cuyo presupuesto ronda los 300.000 euros. "Hemos intentado ofrecer alternativas, que el festival fuese bianual; celebrar, al menos, la edición que ya tenemos casi lista para 2012. Pero nada, el pasado jueves recibí la llamada. Me comunicaban el fin", afirmaba Josetxo Cerdán, director del encuentro, en aquel momento.
Cerdán redactó una carta abierta en la que denunciaba, entre otras cosas, que la decisión tomada por UPN despilfarra lo que su equipo ya se ha gastado en preparar la cita de 2012, una 8º edición que ya tenía inscripciones para 500 películas. "La programación está cerrada en un 90%. Tenemos incluso cartel y el anuncio para las salas. Por no hablar de un programa de búsqueda de financiación privada que se había puesto en marcha a principio del verano y parecía que podía empezar a dar frutos en breve. Todo eso es un esfuerzo personal, profesional y económico que ahora se pierde irremediablemente. Eso, en un momento donde se nos dice que priman las políticas de austeridad", apuntaba el directo en su misiva.
Unos días después, la Cineteca Nacional de México (en cuyos fondos está el trabajo de muchos documentalistas exiliados españoles) se ofreció a dar continuidad al certamen en aquel país. "Hay otras latitudes interesadas", apuntaba en una carta dirigida al festival Paula Astorga, directora de la Cineteca, una de las instituciones cinematográficas más importantes de Latinoamérica.
El traslado a la ciudad de México se planteó como "algo más que coyuntural", según la directora del centro mexicano, quien añadió: "Si las ideas son fuertes y los conceptos sólidos y necesarios, hay que resistir".
Babelia
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