Titirimundi o la excelencia escénica
La programación del prestigiado festival internacional que se celebra en Segovia y otras ciudades entra por la puerta grande al Centro Dramático Nacional
"La marioneta ha sabido expresar lo que nadie había osado decir sin máscara: es la heroína de los deseos secretos y de los pensamientos escondidos, es la confesión discreta que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás". Así hablan del mundo de títeres Chevalier y Gheerbrandt, dos prestigiados investigadores en simbología narrativa, algo de lo que anda sobrado el mundo de las artes escénicas en España en estas fechas. No es para menos, el Festival Internacional de Teatro de Títeres Titirimundi de Segovia, considerada internacionalmente la muestra más afamada en su género, el de las marionetas y títeres, se inaugura hoy en la ciudad que lo acoge desde hace 25 años, donde permanecerá hasta el 16 de mayo. Pero ahí no queda todo.
"Que Titirimundi esté programado durante seis semanas en el Centro Dramático Nacional es un gran logro y todo un reconocimiento al valor dramático de esta forma teatral que aborda muy distintos géneros, con el protagonismo de títeres y marionetas, desde los más sencillos, como es una mano desnuda, hasta los más sofisticados tecnológicamente", dice Julio Michel, director de Titirimundi, quien ha conseguido la complicidad de la ciudad de Segovia que, literalmente, es tomada por más de 200 representaciones que se llevan a cabo no solo en teatros, plazas, patios, naves, iglesias, sino en otras muchas ciudades de Castilla y León, la provincia de Madrid y otros lugares.
A todo esto se suma este año la inclusión de Titirimundi en la exquisita programación del CDN, que dirige Gerardo Vera, quien presentó ayer miércoles los 12 espectáculos que van a desfilar por el Teatro Valle-Inclán.
De 1 a 100 años
Tanto la programación del CDN como la de Titirimundi en Segovia se inicia hoy y en ellas se pueden encontrar espectáculos para niños de 1 a 100 años, aunque hay algunos no recomendados para menores de 12 años, porque la no comprensión de los mismos podrían aburrir a un jovencísimo espectador que además podría romper, con llantos o ruidos, la magia y atmósfera única que en muchas ocasiones se crea en ciertos montajes.
Fusionando la raíz popular y el aspecto más lúdico del arte del teatro de títeres, con capacidad para la crítica y la ironía, y por supuesto con entusiasmo, se asientan los principios de Titirimundi, donde este arte teatral se respira en cada momento, apropiándose de todos los públicos gracias a espectáculos exclusivamente para adultos, para niños o para público familiar y heterogéneo que pueden disfrutar de multiplicidad de montajes en espacios cerrados, teatros, patios, lugares históricos y, cómo no, en la calle.
El Teatro Valle-Inclán acoge desde hoy y hasta el 19 de junio una cuidada selección de espectáculos escogidos entre los de este año de Titirimundi y de otras ediciones anteriores, por lo que Michel afirma que se trata de una "exquisita selección".
Se inicia con un clásico antológico, Punch & Judy, puesto en pie por Rod Burnett, considerado el maestro y gran mantenedor de este popular títere británico de guante tradicional y deliciosamente divertido.
'El circo de las pulgas'
El espectáculo, dada la necesidad de intimidad con los espectadores de todas las edades, se desarrolla en el vestíbulo del Teatro Valle-Inclán, al igual que otra de las propuestas, calificada por el director de Titirimundi como auténtico paradigma del teatro de títeres: El circo de las pulgas, de Petits Miracles (Bélgica), que hará cinco pases los días de representación, de su pequeña carpa en la que trabajan esas virtuosísimas pulgas que muchos espectadores aseguran haber visto y que actúan, bajo las órdenes del intrépido domador Alfredo Panzani, como juglares, acróbatas, comedoras de fuego y equilibristas.
La flauta mágica, de los alemanes Thalias Kompagnons, un bellísimo drama musical folclórico con escenografía de papel, marionetas y proyecciones, es uno de los montajes no recomendados para menores de 12 años, así como L'école des ventriloques (La escuela de los ventrílocuos) de los belgas Pont Zero, que han escogido un texto de Alejandro Jodorowsky, quien ha colaborado en la puesta en escena y donde los actores manipulan títeres de tamaño humano, aunque a veces parece suceder lo contrario.
Si un espectáculo de los que acuden al CDN es representativo de los nuevos lenguajes y vanguardistas corrientes que afectan al mundo del títere ese es Braquage, de los franceses Bakélite, que nos muestran un mágico teatro de objetos que este grupo recoge, recopila, desmantela y los convierte en otra cosa.
Mister Barti
Es el álter ego del danés Alex Barti, quien ofrece un espectáculo de una marioneta única, controlada por cuarenta hilos que mueven todas las partes de su cuerpo (ojos, nariz, dedos...) y que los hacen milagrosamente vivo. Su increíble expresividad cautiva sin paliativos a todo tipo de público.
Una muestra de las marionetas tradicionales y seculares llega con la Compañía de Marionetas de Guangdong (China) que ha creado más de 300 espectáculos basados en cuentos tradicionales chinos, obras contemporáneas e historias para niños.
Anonima Teatro es una compañía francesa cuyos miembros se conocieron en la escuela de teatro de Jacques Lecoq y ahora hacen bellos espectáculos de objetos como La Route.
El teatro de sombras está representado por La reina de los colores, de Les Voisins (Alemania), y El circo poético, de Girovago e Rondella Family Theatre (Italia) y su parodia del circo, con animales de gomaespuma y cartón-piedra. La misma familia italiana presenta Mano viva, un espectáculo de marionetas que cobran vida con los cinco dedos de la mano.
Las marionetas de hilo llegan con Plansjet, de Bélgica y su original y bellísimo espectáculo popular de títeres bailarines concebido para la calle.
Fusión con otras artes
Por otra parte Titirimundi 2011, cuyo peso programático recae especialmente en Segovia, se caracteriza por la fusión del teatro de títeres con otras artes (música, danza, artes visuales), una voluntad de mostrar de forma coherente nuevas tendencias y de celebrar, además, su 25 aniversario acentuando una de sus señas de identidad: el carácter de fiesta popular, adentrando al espectador en la vorágine de la celebración en la calle y con la presencia, más que nunca, del uso del espacio urbano como lugar para la representación. Allí actuarán 12 compañías españolas, 20 europeas, una asiática, tres americanas y otras tantas africanas. Todas ellas representan la excelencia en este tipo de teatro que, como dice sus adictos y adeptos, extrae la emoción y llega a sobrecoger como no lo logar el teatro de actores.
El esperado estreno absoluto del último espectáculo de El Chonchón se realizará en esta 25ª edición, donde por primera vez en la historia del festival se presentará una producción propia que tiene como protagonista al Acueducto de Segovia y está basada en una leyenda segoviana. Con idea original del director del Festival, Julio Michel, diálogos de Moncho Alpuente, dibujos de Antonio Madrigal, música de Cuco Pérez y creación de figuras y manipulación de Muñecos Animados (Román y Cía), La leyenda del Acueducto tomará forma en un montaje multidisciplinar de teatro de figura, objetos, vídeo, etc.
Un Titirimundi donde se podrá contemplar lo más espontáneo y artesanal de la tradición, y lo más contemporáneo y reciente de este arte vivo donde, como expresaba Paul Claudel, "el títere no es un actor que habla, sino una palabra que se mueve".
Además de Madrid capital, Titirimundi tiene programación paralela en Castilla y León (Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Miranda de Ebro, Monleras, Salamanca, Urueña, Valladolid, Villamayor de Santiago); en Madrid provincia (sierra madrileña y pueblos de la comunidad autónoma) y colaboraciones con Barañain (Navarra) y Guarda (Portugal).
Babelia
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