Lanvin y H&M, flechazo en Nueva York

Era uno de los eventos de moda más esperados del año y no decepcionó. Ayer por la tarde el hotel The Pierre de Nueva York fue el escenario del desfile de la colección que Lanvin, la firma de alta costura parisina más antigua que sigue en activo, ha realizado para la cadena sueca H&M. El prestigio, la exclusividad y la creatividad de los diseños de Alber Elbaz, inalcanzables para la mayoría, democratizados por obra y gracia de la multinacional sueca de la moda.

Alrededor de 500 invitados de todo el mundo, la mayoría prensa especializada y celebrities como las actrices Andy McDowell, Emma Roberts, Leelee Sobieski, la directora Sofia Coppola o diseñadores como Anna Sui y Alexander Wang asistieron a la presentación oficial de esta colaboración que se desarrolló en un escenario que unía el 'chic' y la tradición de la firma francesa con los códigos del siglo XXI que tan bien maneja la marca sueca. Grandes lámparas de cristal de araña sobrevolaban la pasarela instalada en uno de los salones del hotel neoyorquino y un arco de rosas blancas, con un significativo luminoso en el que las palabras Lanvin y H&M aparecían unidas con un gráfico y modernizado corazón a modo del archiconocido símbolo de I love NY, sirvió de puerta de entrada para las modelos que desfilaron con prendas femeninas y masculinas de la colección customizadas para la ocasión por el mismísimo Alber Elbaz.

El espectáculo estaba servido y, durante los poco más de diez minutos que duró, la entrada de cada una de las modelos fue coreada con vítores y exclamaciones por un público entregado que más parecía estar asistiendo a un concierto de rock que a un desfile de moda. En total 29 modelos y sus respectivos looks y un final que tuvo su momento culminante con todas ellas sobre la pasarela para rodear al diseñador que saludó mientras la voz de Frank Sinatra entonaba, como no podía ser de otra manera, la famosa New York, New York.

Minutos después del desfile, un sonriente y relajado Alber Elbaz, se paseaba charlando entre los invitados con indisimulada satisfacción por la acogida que había tenido la colección. "Es increíble", exclamó el director artístico de Lanvin al ver a la gente tan entusiasmada. "Estoy feliz porque este trabajo para mí ha sido como volver al colegio y poder trasladar la esencia y el sueño del lujo a un público mucho más amplio".

No hay lugar a duda que los precios ayudan a conseguir este objetivo. Desde los 19,90 euros que cuesta las camiseta masculina más barata hasta los 299 que vale la prenda más cara, un elegante abrigo de satén, hay un variado arco de vestidos de cóctel, faldas, esmoquins, zapatos y complementos que guardan la esencia de Lanvin y una calidad más que razonable de la que Elbaz y su equipo han estado muy pendientes.

"Es un verdadero artista", afirma Margareta van den Bosch, consejera creativa de H&M, "siempre está atento y dispuesto a participar en todo. Su imaginación parece no tener fin y nunca renuncia a encontrar nuevas soluciones".

El flechazo Lanvin-H&M está servido. Aunque los acuerdos económicos de esta pareja se intuyen millonarios, nadie habla de dinero cuando se desata la magia. Lo que importa es que ambas partes sacarán rentabilidad de su unión. H&M consigue prestigio y que su nombre haya corrido de boca en boca durante las últimas semanas, antes incluso de que nadie hubiera visto el fruto de esta asociación. Y Lanvin, con su creativo a la cabeza, pueden tener seguro que el gran público sabrá a partir de ahora cuales son las reglas estéticas que rigen la casa francesa.

Ya sólo queda que, tras este preámbulo de lujo, la colección llegue, el próximo martes 23, a 200 de las 2.000 tiendas que H&M tiene por todo el mundo. En España solo estará disponible en 11 de sus 116 puntos de venta que ese día, de manera excepcional, abrirán sus puertas a las ocho de la mañana.

La expectación es tal que la firma ha previsto dar una pulsera al público que espere ante sus tiendas para organizar turnos de entrada y evitar aglomeraciones, así como limitar la compra de forma que cada cliente podrá adquirir la colección completa si quiere, pero sólo una prenda de cada uno de los modelos de la misma. "Aunque parezca anti comercial", afirma una portavoz de la cadena sueca, "con esta medida tratamos que el mayor número de personas puedan acceder a esta exclusiva colección de Lanvin y evitar la picaresca que hemos observado en colaboraciones con otros diseñadores donde se llegaban a arrasar con percheros enteros que después se revendían a través de distintos medios".

Pero, si usted es de los que presienten que la oportunidad se les puede escapar de las manos, todavía existe otro camino para hacerse con los exclusivos looks de alta costura que desfilaron en Nueva York y con cinco dibujos originales realizados por el diseñador. ¿Cómo? A través de la subasta online que permanecerá abierta hasta las 23.59 horas del 26 de noviembre y cuya recaudación se donará a Unicef.

Ahora sólo queda tener paciencia y aguantar la cola. Ni siquiera el imaginativo Alber Elbaz ha encontrado solución para salvar este inconveniente.