Adiós a la época Olaciregui en San Sebastián
Una ceremonia sobria, con el mismo escenario de puertas de la inauguración, clausura la 58ª edición del festival de San Sebastián, en la que triunfó 'Neds', de Peter Mullan
Mismas puertas, mismo juego de entrada y salida de un certamen que toca a su fin, y al final de la época Olaciregui, que se despide de la dirección del Zinemaldia. En su 58ª edición, ha habido tiempo para muchas cosas, en realidad no tantas, vista la falta de estrellas, que fueron resumidas en un video de arranque.
Hay que reconocer que visualmente la ceremonia fue impecable. Otra cosa era la sobriedad que demostraron los presentadores y los premiados. Si acaso, destacó un gran vestido con el que lucía piernas Rosemund Pike, protagonista junto a Paul Giamatti de Barney's versión, película ganadora del Premio del Público. O la belleza y el buen hacer de Ana Álvarez -espectacular su elección de traje, mejor aún cómo lucía-, junto a la habitual Edurne Ormazábal. Aún así, en estas ceremonias queda hueco para la emoción: los productores colombianos y Carlos César Arbelaez, el director panameño de Los colores de la montaña, casi lloran al recoger el premio Euskal Media Nuevos directores. Es un lanzamiento prodigioso para un filme muy pequeño, y el trío responsable del filme ya soltó su lágrima al mediodía en la lectura del palmarés. Diego Luna, que llegó por los pelos desde San Francisco, confesó al recoger el premio de Horizontes Latinos (también obtuvo el de la Juventud, y por ello debió bajar, subir y volver a bajar del escenario en menos de un minuto): "Es el premio más importante de mi vida. Acabo de bajar de un vuelo de 20 horas, así que miren si es importante". Y agradeció especialmente el que le fuera concedido en San Sebastián. Nobleza obliga, todos los premiados agradecieron a Mikel Olaciregui el estar allí.
En cuanto a los premios grandes, José Coronado se equivocó al decir el nombre de Nora Navas (que comentó que estaba sin voz desde que se había bañado de noche en la Concha), mejor actriz por Pa negre; un soso Connor McCarron no sabía muy bien qué hacer con la Concha de Plata al mejor actor por Neds; Raúl Ruiz no estaba para recoger la Concha de Plata al mejor director por Misterios de Lisboa; la pareja Judith Colell y Jordi Cadena se mostró moderadamente feliz -son catalanes y sobrios- con su Premio Especial del Jurado como codirectores de Elisa K antes de hacer un llamamiento contra los abusos a menores; y Peter Mullan, el más natural, pidió aplausos para los bailarines que abrían y cerraban las puertas del escenario, antes de darse cuenta que tenía cerrada la caja de la Concha de Oro (los fotógrafos tuvieron que gritárselo) que le ha dado su tercer largometraje, Neds.
Vamos, vicisitudes sin más de la gala de clausura de la edición de un festival que estrena nuevo director, José Luis Rebordinos, el 1 de enero de 2011. Al final, Rebordinos presentó un video sobre Olaciregui alabando a su jefe y más aún, amigo, "Mikel, amante del cine americano de los años cuarenta y cincuenta". El mismo Olaciregui agradeció "este sueño de 18 años hecho realidad". Y a por la 59ª.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.