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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El signo de los tiempos

Dentro de un festival de jazz dominado por cantantes -que poco o nada tienen que ver con el jazz- y propuestas descafeinadas, la actuación de Joshua Redman encajaba con lo que se entendía hasta hace poco por esta música, antes de convertirse en un difuso contenedor en el que todo cabe. El saxofonista de Berkeley, California, donde nació en 1969, fue una de las revelaciones de la escena jazzística de principios de los noventa, convenientemente tutelado en su momento por multinacionales discográficas como Warner. Aunque tiene indudables cualidades técnicas, carece de personalidad. Un mal endémico en las recientes generaciones de jazzistas. Que sea el signo de estos tiempos y que no le llegue a la suela del zapato a su ilustre progenitor Dewey Redman no significa que toque mal. Si partimos de estas limitaciones, su prestación fue aceptable. Se ha rodeado de dos magnificas secciones rítmicas. Pero, como no es Coltrane ni el Rollins de los cincuenta o sesenta, dos de sus referencias, corre el peligro de verse arrollado cuando se juntan los dos contrabajos y los dos baterías, como sucedió al final con India, el tema oriental de Trane.

JOSHUA REDMAN DOUBLE TRÍO

Joshua Redman (saxos tenor y soprano); Matt Penman, Reuben Rogers (contrabajos); Bill Stewart, Gregory

Hutchinson (baterías). Sala Iturbi. Lunes, 12 de julio 2010. XIV Festival de Jazz del Palau de la Música de Valencia.

Mejor le fue cuando le sostuvo una sola rítmica, combinándose alternativamente sus acompañantes. El repertorio provenía de sus últimos registros Compass (2008) y Back East (2007), en los que ya había ensayado la fórmula con otros protagonistas. En composiciones propias sin demasiado lustre, como Identity Thief y Gosht, intenta estructuras no habituales. Se recreó en estándares tan atractivos como East of the Sun (and West of the Moon) y The Surrey of the Fringe on Top (del musical Oklahoma), luciéndose con el saxo tenor. Con el soprano es menos convincente, como generalmente ocurre a los que doblan con este instrumento. La versión de Ugly Beauty resultó amable y algo trivial, limando las aristas al lirismo descarnado de la composición monkiana. Los contrabajistas Penman y Rogers y los bateristas Stewart y Hutchinson estuvieron brillantes e inventivos todo el concierto. Y Redman, a sus 41 años, aún puede progresar y quizá adquirir una voz propia.

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