Washington vuelve a cargar contra el plan de escaneado de libros de Google
El Departamento de Justicia considera insuficientes los cambios en el pacto entre el buscador y los editores de EE UU
No es suficiente. El Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló la pasada madrugada que persiste el problema de prácticas monopolísticas y poco respeto a los derechos de autor en el acuerdo firmado por el buscador informático Google y los autores y editores de ese país con el fin de digitalizar y explotar 'online' millones de libros. Las modificaciones introducidas en noviembre a petición del juez en dicho pacto no bastan. Uno de los proyectos estrella de Google vuelve a entrar así en vía muerta.
Sorprende lo mucho que se parecen las observaciones que efectúa el Departamento de Justicia a las críticas que, en su día, emitieron los grupos opositores al proyecto de Google. Los cambios, dice la nota oficial de Washington, "no resuelven totalmente las preocupaciones de Estados Unidos". El texto enmendado "sigue confiriendo a Google, como entidad única, ventajas significativas y posiblemente anticompetitivas y, por ello, permite a la compañía ser el único competidor en el mercado digital con derechos para distribuir y explotar un gran abanico de obras en múltiples formatos".
En noviembre Google amputó buena parte de su plan con el fin de aplacar las críticas recibidas, entre otros, desde el Departamento de Justicia de EE UU, Francia, Alemania, el lobby Open Book Alliance (Microsoft, Amazon, Internet Archive...) y grupos de expertos, consumidores y usuarios. Entonces decidió limitar el alcance de su proyecto, al ámbito anglosajón. La idea era pisar el acelerador en el mundo editorial de habla inglesa y buscar, con más calma, acuerdos en los mercados europeos y asiáticos. La nota emitida ahora por Washington supone un nuevo palo en la única rueda del proyecto que giraba sin dificultades.
"Aunque Estados Unidos cree que las partes han abordado este esfuerzo con buena fe y que el acuerdo enmendado se ciñe más, en sus cambios, a la propuesta inicial de pacto, el texto enmendado sufre de los mismos problemas nucleares que el acuerdo original: es un intento de emplear el mecanismo de una querella de acción popular para implementar acuerdos empresariales de largo plazo que van más allá de una disputa ante el tribunal que lleva este litigio", señala el Departamento de Justicia.
En un comunicado citado por The New York Times el portavoz de Google Gabriel Stricker señaló que las alegaciones del Departamento de Justicia "reconocen el progreso realizado con el acuerdo enmendado y refuerza una vez más el valor que el acuerdo puede suponer al desbloquear el acceso a millones de libros en EEUU".
Ciertamente, algunos de los cambios introducidos son alabados por Estados Unidos: entre otros, la limitación de la hegemonía de Google sobre el uso de los libros descatalogados y las llamadas obras 'huérfanas' (aquéllas de las que se desconoce el dueño de los derechos) y la modificación de la figura del Registro de Libros (el sistema de gestión de los ingresos que genere la explotación de los libros escaneados), que pasaba a convertirse en un fondo fiduciario independiente en el que depositar el dinero en tanto no apareciesen los dueños de los derechos. Otro de los puntos que también ha gustado en Washington es que el acuerdo modificado elimina la llamada 'cláusula de la nación más favorecida': un artículo que garantizaba que Google gozaría de cualquier mejora que pudiera contener un hipotético nuevo acuerdo firmado entre un competidor y los autores y editores de EE UU.
El acuerdo original buscaba resolver una querella presentada contra Google por el Gremio de Autores y cinco grandes editoriales de EEUU. Otro de sus objetivos era desbloquear el proyecto de Google para digitalizar y ofrecer vía Internet millones de libros. Actualmente el buscador ha escaneado ya más de site millones de obras. Un juzgado de Nueva York está siguiendo la causa. La siguiente vista sobre el caso está prevista para el próximo día 18.
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