Decenas de denuncias por el concierto de Springsteen en Santiago
Los asistentes hablan de aglomeraciones y caos organizativo.- El Ayuntamiento culpa a la promotora y ésta alega que el recinto del Monte do Gozo necesita más accesos
Decenas de personas han presentado en las últimas horas en Santiago de Compostela denuncias ante la Policía Nacional, el Ayuntamiento y la Oficina Municipal de Atención al Consumidor contra la organización del concierto con el que Bruce Springsteen cerró anoche su gira europea por aglomeraciones y caos organizativo. La productora Doctor Music vendió 38.600 entradas para el recital, en el Monte do Gozo, 2.600 más de lo previsto inicialmente, y se vivieron carreras y empujones para poder entrar. El concierto empezó cuando todavía quedaban muchas personas fuera, según los testimonios del público, que se queja de hacinamiento en un recinto recién ampliado. Muchos terminaron trepando por los urinarios portátiles para poder respirar.
La concejal de Seguridad de Santiago, Marta Álvarez Santullano, ha explicado en rueda de prensa que las quejas, son "bastantes y siguen entrando". Todas critican a las dificultades a la hora de acceder al recinto del concierto, fallos que la edil ha atribuido exclusivamente a la organización del evento. Los aficionados que han presentado denuncia alegan que las puertas se abrieron después de lo previsto y que tuvieron que esperar unas dos horas para poder acceder. La organización lo niega y asegura que se abrieron las puertas a las 20.00, dos horas antes del inicio previsto para el concierto.
¿Dos accesos son suficientes?
También denuncian que cuando empezó el concierto, rayando las 22.00, los controladores de los accesos tiraron la toalla y dejaron de pedir las entradas, de modo que, al final, entraron personas que no habían pagado la entrada. Según pudo comprobar este periódico, los porteros sugerían a aquel público con entrada atrapado en la marea humana del exterior que "lo mejor" que podían hacer era marcharse. Los más cabreados gritaban "organización dimisión" y a un policía nacional se le escapaba "esto es una puta mierda". Daba igual haber guardado cola desde la mañana, el público empezó a entrar con 45 minutos de retraso, hubo enfrentamientos, tuvo que intervenir la policía y el caos mantuvo a numerosos asistentes fuera. Mientras, Springsteen, casi puntual, salía al escenario con Badlands. Eran las 22.08 y, medio minuto antes, un miembro de su banda se había encargado de templar los ánimos de quienes sí entraron tocando al acordeón A Rianxeira.
En reuniones previas al concierto, ha explicado la concejala de Santiago, se habían fijado las competencias que correspondían al consistorio y a la organización. "Lo que sucedió del recinto para adentro es responsabilidad de Doctor Music, así como el orden al acceso de las puertas, la hora de apertura y la obligación de tener un libro de reclamaciones en el lugar del espectáculo", ha indicado la edil. Además, ha apuntado que en esas reuniones se acordó abrir las puertas a las 20.00 en lugar de a las 18.00, como es habitual, debido a que Springsteen y su equipo habían tocado en Valladolid el día anterior y era "absolutamente imposible" hacer el traslado y montar todo antes, según la organización.
No obstante, Álvarez Santullano constató que las puertas se abrieron a las 20.45 en lugar de a las 20.00, como estaba previsto, y de ahí derivó "parte del problema" posterior. A partir de ese momento, se produjeron aglomeraciones, sobre todo en la Rúa das Estrelas, y "hubo un número importante de personas con entrada que no accedieron al recinto", ha afirmado la concejal, que ha alabado el "excepcional comportamiento" de esa parte del público. Preguntada por la posibilidad de que se vendiese un número de entradas mayor que el aforo del Monte do Gozo, que es de 37.800 personas, Álvarez Santullano señaló que, "si se demuestra esto u otras infracciones, el ayuntamiento hará reclamaciones".
Por su parte, Daniel Gutiérrez, responsable de prensa de Doctor Music, ha sostenido que las puertas se abrieron a las 20.00, tal y como se había fijado, porque The Boss y su equipo llegaron desde Valladolid "sobre las 19.30 ó 20.00" y la organización quiso asegurarse de que "todo estuviese en condiciones óptimas", pero ha negado cualquier retraso. Gutiérrez ha señalado que "hubo un margen de más de dos horas hasta el comienzo del show, pero fue insuficiente porque sólo había dos accesos", y ha añadido que, "por las características propias del recinto, se produjeron aglomeraciones en una de las entradas".
El portavoz de Doctor Music ha apuntado que el Monte do Gozo exige "habilitar accesos públicos" y, como "sólo había dos y muy separados, se produjo una aglomeración en uno, mientras el otro estaba bastante más vacío". Esa "saturación de gente produjo nerviosismo", ha añadido Gutiérrez, que también ha admitido que "posiblemente, algunas personas llegaron con algo de demora al concierto". No obstante, ha asegurado que la organización "no tiene conocimiento de denuncias".
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