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Retrato de Ridruejo, "ideólogo de la democracia sin democracia"

El catedrático Jordi Gracia traza una semblanza del político falangista como puente hacia la democracia

El catedrático de literatura española Jordi Gracia traza una semblanza integral del escritor y político soriano Dionisio Ridruejo en su nuevo ensayo, La vida rescatada de Dionisio Ridruejo, y lo reivindica como el "ideólogo de la democracia sin democracia". Gracia ha presentado hoy su nuevo trabajo, en el que ahonda en la figura del también poeta desde el punto de vista humano, político, literario e ideológico, mostrando su fascinación por el personaje, "sobre todo por su perfil moral".

Con un lenguaje ágil que se deja leer como una buena novela, en este ensayo el profesor de la Universidad de Barcelona aporta material inédito y privado, especialmente de los últimos veinte años del político, cuando, en su opinión, se convirtió en un "conspirador democrático y socialdemócrata".

Jordi Gracia, acompañado por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, ha mantenido que Ridruejo pasa de ser el más fascista de los fascistas españoles, a los 24 años, a romper con el régimen franquista en 1942, cuando vio que la dictadura no se ajustaba a sus ideales, dimitiendo de sus cargos y diciéndoselo a Franco a la cara.

Puente hacia la democracia futura

A partir de los años cincuenta, según la tesis del libro, lleva al límite su disidencia y, posteriormente, se convierte

en "la persona que busca el tránsito entre la derecha protodemocrática y el PSOE como núcleo real de la democracia futura". Para el ensayista, se trata de alguien muy lúcido que quiere "ser puente y canal" y que está a favor de que haya liberales en el sentido "más neutro, políticamente hablando".

Gran orador y conquistador, sostiene Jordi Gracia que su lucidez le llevó a ser "ideólogo de la democracia antes de la democracia", un régimen que no llegó a conocer porque murió en junio de 1975, antes de que falleciera Franco en noviembre del mismo año. Precisamente, a la pregunta sobre cómo eran sus relaciones con Franco, el historiador ha sostenido que el dictador "le contemplaba con simpatía y con un respeto de fondo, especialmente, por su valentía". Lo normal -ha proseguido- es que lo hubiera mandado fusilar porque discutía con él, pero no lo mata porque Franco es muy listo y ve que no le conviene otro mártir".

Otra de las facetas que se cuentan en esta obra es su papel preponderante en el Congreso de Múnich de 1962, cuando por primera vez pudieron encontrarse en el extranjero 120 antifranquistas, 80 de ellos residentes en España y el resto, del exilio. El libro también entra en la vida privada de Ridruejo y en su salud precaria, cuando sus hijos entran en su primera juventud, y en sus urgencias económicas durante años, puesto que desde 1942 no tuvo un empleo estable.

A pesar de ello, entre 1952 y 1956 colaboró con Radio Intercontnental gracias a su amistad con Ramón Serrano Suñer (cuñado de Franco). Después, algunos de sus amigos hacían recolectas mensuales para ayudarle, y es entre 1971 y 1975 cuando más desahogado vive gracias a la regularidad de su colaboración con Destino.

Ridruejo seductor

Sobre sus conquistas amorosas, Gracia ha indicado que ha podido acceder a epistolarios privados que mantuvo con Marichu de la Mora (de quien se dice que también fue amante de José Antonio Primo de Rivera) y con una condesa alemana. Después del año 1943, sin embargo, reinició su noviazgo con Gloria de Ros, con quien tuvo sus hijos, y "se convirtió en un Don Juan seductor pero sin puntilla, con un puritanismo de fondo muy claro".

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