Chipre estudia un barco hundido en la época de Alejandro Magno
En la isla se considera el hallazgo más importante de los últimos 40 años. -Los arqueólogos creen que dará nuevos datos sobre la vida económica del Mediterráneo en el sigl IV a.C.
Se hundió hace más de 2.300 años con toda su carga. Y ahí quedó, a 45 metros de profundidad, no muy lejos de Mazotos, un pequeño pueblo costero del sureste de Chipre. Ahora se conoce como el naufragio de Mazotos y es uno de los proyectos estrella del departamento de Arqueología de la Universidad de Chipre.
De este pecio, los arqueólogos esperan obtener "informaciones muy valiosas", en palabras de la profesora de arqueología submarina Stela Demestija. Por eso, tras una cata realizada el año pasado, la Universidad chipriota ha iniciado ya la estratigrafía del yacimiento submarino. Los trabajos servirán para obtener nuevos conocimientos sobre la economía del Mediterraneo oriental durante el siglo IV a.C.
La época no es irrelevante. Las primeras dataciones sitúan el hundimiento entre el 350 y el 330 a.C., coincidiendo con los reinados de Filipo II de Macedonia y su hijo, Alejandro Magno. Tampoco lo es el contenido de aquella nave comercial. 500 ánforas que en su tiempo estuvieron repletas de preciado vino de la isla de Chios (Grecia). Se cree que, bajo la arena, podría haber más.
El hallazgo más importante de los últimos 40 años
"Los resultados de las excavaciones darán respuestas a interrogantes sobre la vida económica y marina de la antigüedad, que actualmente plantean no sólo la investigación arqueológica chipriota sino también internacional", explica Demestija.
Los arqueólogos confían en obtener nuevos datos sobre el papel de Chipre en las rutas náuticas en la antigüedad, sobre las relaciones entre el norte del mar Egeo, donde está Chios, y el sureste del Mediterráneo; o sobre la manera en la que se realizaba el comercio marítimo y los tipos y tamaños de los barcos de la época.
Las esperanzas son tantas que ya se ha señalado como el hallazgo arqueológico marino más importante de los últimos 40 años en Chipre. No es poca cosa para una isla que ya negociaba con sus metales en el Tercer Milenio antes de Cristo. Tampoco para un país que en el reverso de sus céntimos de euro ha estampado el Barco de Kyrenia, cuyo hallazgo, coincidiendo con la independencia del país en 1960, se convirtió en un símbolo de la nueva República.
Babelia
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