Premiados en Argentina diez proyectos de fomento de la lectura
El Ministerio de Educación argentino, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Fundación Santillana organizaron el concurso
Un puesto de libros en medio de la feria municipal de frutas y verduras de la ciudad argentina de Córdoba. Unos adolescentes que leyendo historia en su escuela de Merlo, uno de los suburbios más pobres de Buenos Aires, recuperan la autoestima. Se trata de los dos proyectos de fomento del leer que ganaron el primer certamen Viva Lectura 2008, que organizaron el Ministerio de Educación de Argentina, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Fundación Santillana. Otras ocho iniciativas también fueron galardonadas en el acto que se celebró ayer en la 34º Feria del Libro de Buenos Aires, considerada como una de las más masivas del mundo.
En Argentina, el 58% de las personas reconoce en encuestas que no ha leído ningún libro en el último año. "Somos una nación formada por una enorme experiencia, que es la lectura", destacó en el acto de ayer el escritor e integrante del jurado de Viva Lectura 2008, Mempo Giardinelli. "Pero este rumbo se perdió y no por casualidad. Hace 30 años (en la última dictadura militar) los libros se prohibieron. Leer era subversivo y sospechoso. Algo habrán hecho que los que leían", ironizó.
El ministro de Educación de Argentina, Juan Carlos Tedesco, se preguntó por qué se debe promover la lectura y respondió que existen razones vinculadas a la historia de Argentina: "El libro estuvo asociado al cambio, a la crítica, fue considerado subversivo. Sólo están contra el libro los que están contra la democracia, la participación y el pensamiento crítico. El libro está contra los que generan exclusión y marginalidad y condenan a la ignorancia". Tedesco recordó que en el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) comenzaron planes de fomento de la lectura y prometió que se profundizarán en el de Cristina Fernández de Kirchner: desde el reparto gratuito de libros entre los más pobres hasta el impulso a la lectura en voz alta en las escuelas o la visita de escritores a ellas.
El concurso Viva Lectura había sido presentado en septiembre pasado con la presencia del Nobel de Literatura portugués José Saramago en un diálogo con niños porteños. Ayer, Saramago envió una felicitación grabada en vídeo en su país: "Saludos para los que ganaron y a los que no ganaron porque no han perdido. En una competencia sobre lectura, hasta el último algo habrá ganado". Unos 514 proyectos se inscribieron en el certamen, en las dos categorías en las que se dividió: escuela y sociedad.
En la categoría escuela el primer premio y unos 20.000 pesos (alrededor de 4.000 euros) fueron para la iniciativa Los adolescentes y la lectura, una alternativa premoderna para un problema posmoderno, del colegio de Merlo. El proyecto dirigido por el profesor Eduardo Sacheri busca solucionar el problema de comprensión de la lectura a partir de un trabajo en el área de historia que promueve la autoestima de sus alumnos adolescentes.
El primer premio en la categoría sociedad y otros 4.000 euros fueron para el proyecto El puesto de los libros en la Feria Franca, de Córdoba. La iniciativa encabezada por Tania Arce ha tenido alto impacto entre niños, jóvenes y adultos del barrio.
Se llevaron menciones de honor dos iniciativas. En la categoría escuela, el plan Queremos tanto a Julio, en alusión a Cortázar, que consiste en actividades intercolegiales de promoción de la lectura en Buenos Aires. En la categoría sociedad, Urdimbres, de Tandil (350 kilómetros al sur de Buenos Aires), que vincula bibliotecas, universidades, institutos de formación docente, medios de comunicación y otras instituciones sociales para que lean niños, jóvenes y adultos.
Otros seis proyectos fueron premiados como finalistas. Entre las escuelas recibieron diplomas Biblioteca y libro ? Álbum: un binomio fantástico, de Buenos Aires, que propone un encuentro entre las culturas escrita y visual; Café literario, de Arroyito, provincia de Córdoba; y Día del libro. Una experiencia de promoción de la lectura entre los más chicos, de la capital argentina. En la categoría sociedad se llevaron galardones las iniciativas Biblioteca rural, de la ciudad de 25 de Mayo (230 kilómetros al oeste de Buenos Aires); Lecturas andariegas, de Rawson, provincia de Chubut (sur de Argentina), que consiste en la promoción de la lectura mediante las llamadas bibliomaletas; y Lecturas y formadores. Redes Sociales para la promoción de las prácticas del lenguaje, de Mar del Plata.
Babelia
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