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Reportaje:

Heroína y corrupción en Nueva York

La nueva película de Ridley Scott se centra en la figura de Frank Lucas, el mayor traficante de heroína que conoció Nueva York

A la par que el Black Power levantaba el puño en medio mundo en señal de protesta, Frank Lucas exportaba heroína de Camboya a Nueva York dentro de los ataúdes de los soldados muertos en Vietnam. Este es el personaje central de American Gangster, la aclamada película de Ridley Scott (director de Alien o Blade Runner), candidata a tres Globos de Oro.

Lucas, un personaje que no contaba el dinero, lo pesaba, llegó a ganar más de un millón de dólares al día en sus mejores tiempos. Su enemigo Richie Roberts (interpretado por Russell Crow), era el policía encargado de seguir la ruta de una heroína que dejo regueros de muertos por sobredosis, desde finales de los años sesenta hasta mediados de los setenta.

Frank Lucas es Denzel Washington (Oscar por Training Day), un negro de Harlem que desquicia a la policía con una estructura de mafia aún no vista, cambiando la ruta mexicana de la heroína por una alternativa asiática, y que se pasó por el rodaje para asesorar sobre ciertos puntos de la película. Treinta años después mantiene una buena relación con su captor. "Es el Padrino de mi hijo Ray", comenta tras cumplir diez años de una condena de treinta.

Su historia arranca cuando llegó a Nueva York en 1946. Trabajó durante dos décadas para Bumpy Johnson, líder de la mafia negra, cuando éste murió, Lucas tomó el control del negocio y dio un giro hacia las drogas para atender el creciente mercado de ex combatientes de Vietnam y drogodependientes. Su droga de mayor calidad y a mejor precio se hizo con el mercado de la ciudad.

American Gangster se situó en el primer puesto de la taquilla americana recaudando más de 40 millones de dólares en su primer fin de semana. Aunque muchos hayan olvidado la historia, su descubrimiento destapó una realidad de policías corruptos, camellos en cada esquina y mucha violencia. La cara desaparecida de una ciudad con las mayores tasas de homicidio y delincuencia.

Gran importancia en la recuperación de esta ciudad tienen Giuliani y Bloomberg. El primero como Jefe de la Unidad de Narcóticos antes de convertirse en alcalde. Y Bloomberg, actual edil de la ciudad, por su empeño en recuperar Manhattan para los ciudadanos.

En la realidad la heroína sigue siendo un gran problema mundial. Su producción en 2007 se ha incrementado de las 472 toneladas a las 606 actuales, según informa la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, al igual que se ha incrementado el consumo entro los jóvenes europeos y españoles. Lucas se hizo con el mercado comprando el kilo de heroína a unos 4000 dólares, diez veces más barato que lo que pagaba la competencia. Se hizo con el mercado de la ciudad en muy poco tiempo, tenía dinero para comprar y sobornar a quien fuese necesario y la sangre fría suficiente para eliminar al resto. Como llegó a decir el propio Richie Roberts: "Jueces, abogados, polis, políticos…si deja de entrar droga en el país, unas cien mil personas se quedarán en la calle".

Frank Lucas fue encarcelado en 1975 con una condena de setenta años. Viéndose en prisión de por vida, Lucas reveló los nombres de más de cien traficantes lo que le valió para salir de la cárcel en 1981. Durante esos años las conversaciones entre Lucas y Roberts fraguaron su amistad. En 1984, Frank Lucas fue condenado a siete años por nuevas implicaciones en casos de tráfico de drogas. Salió en 1991 como una persona redimida. Como tanto insisten los americanos, había cumplido su deuda con la sociedad, una sociedad que había arrasado con una droga de extrema potencia.

Vídeo: ELPAIS.com

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