Horror, lágrimas y punk

Una radiografía del principio del fin de la Unión Soviética que roza el género del terror, un drama sobre familiares de soldados muertos en Irak y un documental musical de homenaje al líder de The Clash han sido los temas de la primera jornada del Festival de Cine de Gijón. Las proyecciones del día han sido igual que el clima de hoy en Gijón, entre lluvia suave y claros.

La cinta rusa Cargo 200, de Alexey Balabanov, entremezcla varias historias y podría decirse que géneros, que vienen a ser una inquietante radiografía del estancamiento de la URSS a mediados de los años 80. Lo que empieza siendo la historia de un profesor universitario comunista acaba como película de terror con el sadismo de un policía. Contada con ritmo, la película se queda a medio camino entre el cine político-filosófico y el cine de terror, con un ogro como protagonista.

Bajo la producción e interpretación del mejor John Cusack en mucho tiempo, Grace is Gone, segunda película proyectada hoy, es por fuera un drama lacrimógeno de sobremesa sobre un hombre que pierde a su mujer, militar, en Irak, y que no sabe cómo contarselo a sus hijas. Por dentro, la película es una crítica a la actuación estadounidense en Irak y a la administración Bush. La historia se mantiene gracias a un espléndido John Cusack, apoyada por una banda sonora de aire sentimental compuesta por Clint Eastwood.

Homenaje a Joe Strummer

La primera jornada de la sección oficial se ha cerrado con Joe Strummer: the future is unwritten, un documental sobre el líder de la banda británica de punk-rock The Clash dirigido por el realizador de videoclips Julien Temple. Hilvanado con declaraciones en off del líder de The Clash, Temple ha montado no solo un interesante retrato del músico, sino también de la época de finales de los años 70 y principios de los 80. Julien Temple dirigió en 2006 otro documental musical sobre el festival de música de Glastonbury. También es conocido por haber dirigido clips de David Bowie, Whithney Houston o Scissor Sisters.