Hallada en Roma la cueva donde una loba supuestamente amamantó a Rómulo y Remo
El ministro de Cultura revela el descubrimiento arqueológico del lugar donde, segun la leyenda, se fundó la capital italiana
Bajo el supuesto de "un maravilloso descubrimiento arqueológico", el ministro de Cultura, Francesco Rutelli, ha revelado el lugar donde, según la leyenda fundacional de Roma, una loba amamantó a los hermanos Rómulo y Remo. Rutelli no ha asumido la responsabilidad de la teoría sobre la gruta, sino que la ha atribuido a los arqueólogos. El descubrimiento de un cubil recubierto de un mosaico y conchas se produjo meses atrás, en el curso de las obras que la Superintendencia Arqueológica de Roma lleva a cabo para acondicionar la colina del Palatino.
En la página de Internet del Ministerio de Cultura italiano se pueden ver las imágenes de la gruta, recubierta también con conchas, obtenidas a través de una cámara que se introdujo en su interior el mes de agosto pasado. El ministro no ha explicado los detalles de cómo se ha hecho la vinculación entre la cueva y la madriguera de la legendaria loba.
La gruta está a 16 metros de profundidad entre el Circo Máximo y la Casa de Augusto, justo en la Roma Imperial, y tiene un diámetro de 6,53 metros y una altura de 7,13 metros.
Los gemelos Rómulo y Remo, cuyo padre era el dios Marte, fueron abandonados en el río Tiber por orden del rey Amulio, cuya hija había incumplido el mandato de virginidad que él le impuso cuando la obligó a dedicarse al culto de Vesta, según la leyenda. Los hermanos fueron luego recogidos y amamantados por la loba Luperca y cuando crecieron fundaron Roma, de acuerdo con el mito.
Las interpretaciones de la leyenda han sido múltiples y entre ellas está la del ensayista y escritor Corrado Augias, quien en su libro I segreti di Roma sostiene que es posible que Luperca fuera una prostituta, ya que en la Roma antigua éstas recibían el nombre de lupa(loba), de donde procedería la palabra lupanar. Ese mismo escritor advierte del peligro que se corre cuando se dan por buenas las leyendas al recordar en su libro que el fascismo eligió el nombre de hijos de la loba para los niños italianos que quería educar en su ideología.
Babelia
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