El sabio Montaigne regresa con una nueva voz
Una flamante traducción de sus 'Ensayos' modifica la versión vigente del clásico del pensamiento
La voz de Montaigne (1533-1592), autor capital de la literatura universal, regresa con un tono diferente. Su obra cumbre, los Essais (Ensayos), un prodigio de introspección que lo sitúa a la altura de Shakespeare, Cervantes y Goethe, se presenta en una nueva traducción (en la editorial Acantilado) que modifica la que se ha leído en España durante la mayor parte del siglo XX. Uno de los principales cambios atañe a la concepción que tenía el escritor sobre la amistad, según explica el traductor, Jordi Bayod. En la primera versión el pensador sostenía que sólo era posible entre varones, mientras que en la segunda concede que se puede dar también entre hombres y mujeres.
Michel Eyquem, señor de Montaigne y magistrado del Parlamento de Burdeos, se retira de la vida pública a los 38 años, en 1571, para dedicarse a su gran proyecto literario: emplear la escritura como método para pintar un minucioso autorretrato que capte cada detalle de su persona. Como en una larga conversación consigo mismo, escribe sobre cada aspecto de la condición humana a través de su experiencia personal.
Una autoexploración exhaustiva
La amistad, la muerte, el amor, la mentira, los libros y el sexo, entre otros muchos, son sometidos a su análisis personalísimo, entreverados con su añoranza por su gran amigo Etienne de La Boètie o su admiración por Plutarco y Séneca. Su autoexploración es tan exhaustiva que no olvida intimidades como sus costumbres en la mesa, en el baño y en la cama. "Je suis moy-mesmes la metiere de mon livre", resumió. La primera edición completa de sus tres partes se publicó en 1588.
Esas "tentativas" o "probaturas" que son los Essais eran una inquisición obsesiva de sí mismo que continuaría mientras siguiese con vida. "No pinto el ser. Pinto el tránsito: no el tránsito de una edad a otra, como dice la gente, de siete años en siete, sino de día en día, de minuto en minuto", señaló en el ensayo Del arrepentimiento. Siguió escribiendo y rescribiendo hasta su muerte, casi dos mil páginas y veinte años después.
Unos 'Ensayos' del XVI al XIX y otros en el XX
En sus últimos días, Montaigne anotó profusamente un ejemplar de sus obras de 1588. Es el que se conoce como Ejemplar de Burdeos, que añadía centenares de comentarios, ampliaciones y matizaciones. La muerte, sin embargo, le sorprendió antes de poder entregarlo al editor. Su albacea intelectual, Marie de Gournay, tomó el texto y lo editó para la versión que se publicó en 1595.
De ésta proceden los Ensayos que se han leído desde entonces y hasta finales del siglo XIX, es decir, los que han admirado desde Rousseau, Voltaire y Emerson a Nietzsche, pasando por Walter Benjamin y André Gide. En España la tradujo por primera vez Constantino Román Salamero, en 1898.
Pero a principios del siglo XX algunos eruditos consideraron que el ejemplar anotado de 1588 reflejaba mejor la intención del autor y fue esta versión la que predominó durante el siglo XX y de la que proceden la mayoría de ediciones disponibles en España. Desde la de María Dolores Picazo en Cátedra a la de Marie-José Lemarchand en Gredos (el segundo volumen está previsto para 2008).
Regreso a la edición de 1595
Ahora algunos investigadores han vuelto a decantarse por la edición de Gournay, a la que consideran más fidedigna, tal como explica el ensayista Antoine Compagnon en el prólogo a la nueva traducción, titulada Los Ensayos (según la edición de 1595 de Marie de Gournay) (Acantilado), que acaba de publicar Acantilado. Esta versión, que también ha servido de base para la reciente edición crítica de la editorial francesa Gallimard en la colección La Pléiade, añade decenas de nuevos comentarios y ampliaciones, además de correcciones menores.
El nuevo libro incluye, sin embargo, algunas variaciones en el pensamiento de Montaigne, como la mencionada acerca de su opinión sobre la amistad entre hombres y mujeres. El nuevo volumen incorpora un detallado aparato crítico que permite identificar los cambios entre los dos textos originales.
Babelia
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