Victorio & Lucchino se renuevan en su colección 'A flor de piel'

El ecuador de la 44 edición de Pasarela Cibeles ha empezado con la sensualidad y el buen hacer de Jesús del Pozo. El diseñador madrileño ha vuelto a apostar por una mujer sencilla y elegante, para la que comodidad y sofisticación no son incompatibles. Poco después, el esperado David Delfín ha reafirmado su estilo con una colección innovadora y arriesgada, aunque menos transgresora que las anteriores. Tras la pausa para comer, Amaya Arzuaga ha extasiado a los presentes con una revisión de la corsetería clásica, que ha llenado de volúmenes en blanco, negro y rosa palo. Lydia Delgado ha convertido Cibeles en una barra de cabaret y Victorio & Lucchino, que han clausurado la jornada, se han renovado y han enfatizado las caderas femeninas en su colección A flor de piel.

Del Pozo ha sido el encargado de abrir la mañana, presentando a una mujer en la que las formas femeninas se acentúan mediante suaves pinceladas de colores planos, pálidos en su mayoría, entre los que destacan el verde y los tonos tierra, aunque también hay espacio para los amarillos, los rosas, los grises y el blanco y negro.

Los vestidos, faldas y blusas, siempre con el talle alto, son los protagonistas de esta colección, en la que el diseñador juega con la amplitud de las prendas en el pecho y piernas, e incide en el entallaje a media cintura a través de anchos cinturones de gran presencia. Los pantalones y chaquetas también juegan un papel importante, a través de conjuntos bicolor de tonos acuarelados, que abocetan la figura y resaltan las superficies.

Tras el pase de Del Pozo, David Delfin ha vuelto a traer el estilo más moderno a Cibeles, aunque este año con un tono más suave y menos transgresor que los anteriores.

Ante una sala abarrotada en la que el público tapaba gradas y pasillos; y donde se dejaron ver multitud de personajes del mundo del arte, la moda y el espectáculo, como la galerista Soledad Lorenzo, la actriz Ariadna Gil, la cantante Alaska y la presentadora de televisión Eva Hache; David Delfín trajo una colección primavera-verano fiel a su estilo, pero ésta vez sin grandes novedades.

La propia firma ha reconocido que se encuentra en un "momento de inflexión", encaminado a revisar, analizar y corregir; y a marcar un punto y seguido tras diez colecciones y cinco años de trabajo. Aún así, los amantes de su estilo, masculino y provocador, no han salido decepcionados, ya que los pantalones con pinzas, las camisas de corte recto y las finas corbatas son parte de sus constantes. Hay que destacar complementos tan variados como una mochila aleta.

Primer desfile de la tarde

En el primer desfile de la tarde, Amaya Arzuaga ha apostado por las faldas con forma de balón retorcido, las minis y los pantalones pitillo, en colores negro, marino y un beige piedra casi sin color.

La burgalesa, una de las diseñadores españolas más internacionales, con unas cifras de exportación que representan el 65% de su producción total, se ha inspirado para esta ocasión en el polisón de finales del siglo XIX para adaptar la corsetería clásica a su particular línea, en la que dominan la simplicidad de los negros y marinos, contrastada con la claridad de los beige y blancos roto.

Lydia Delgado y Victorio & Lucchino

Esta tarde también han desfilado Lydia Delgado y Victorio & Lucchino. La catalana Lydia Delgado ha mostrado una colección en la que destacan los tops de malla elástica, las chaquetas de raso de algodón, los pantalones bordados con fondos florales de inspiración oriental, cinturones con hebillas de resina y brillantes, además de boleros con grandes mangas de campana y pliegues de vuelo disparado.

Los sevillanos Victorio & Lucchino han cerrado la tarde con una colección denominada A flor de piel, en la que han buscado la frescura en las formas, respetando la tradición y la artesanía. El resultado de su propuesta son prendas ligeras y ablusadas, que no marcan en exceso la figura femenina, y con el lima, melocotón, azul suave, avellana y oro como tonos estrella de la colección.