El celuloide ha muerto, ¡viva el cine chiquito!

Los directores invitados al V Festival de Cine Chico iniciaron ayer el rodaje de los cortometrajes que producirán durante esta semana y que tendrán que estar listos para ser juzgados el próximo sábado. El también llamado festivalito se desarrolla del 15 al 22 de julio en la isla de La Palma, en el archipiélago canario, y centra su esfuerzo en dos vertientes, la exhibición de proyectos realizados en formato digital y en la producción de cortometrajes que deben de girar alrededor de un lema que se les es desvelado el día de la inauguración.

El lema de este año es Mahay: y llegó la hora de los valientes. Mahay, que significa valiente en la lengua de los primeros pobladores canarios, ha sido tomado como grito de guerra por los productores para lanzarse a rodar en las laderas y playas de la exuberante isla. Este es el reto que el festival ha propuesto a los directores, quienes que a su vez, verán exhibidos sus anteriores productos audiovisuales durante la misma semana.

El festival se ha iniciado con una ceremonia en honor a la muerte del celuloide. Varios metros de cinta de 35mm han sido colocados en un cajón y llevados por las calles del municipio de El Paso. El cortejo fúnebre estaba compuesto de las múltiples viudas, encarnadas por actrices que participan en el encuentro, y seguido por la banda municipal. El cajón ha sido conducido al parque central de El Paso donde se le ha prendido y tras el grito ¡El celuloide ha muerto, viva el cine! ha dado inicio el festival.

Con este acto simbólico se impulsa el espíritu que impregna la semana de trabajo cinematográfica. El formato digital, con sus costos radicalmente menores y la agilidad que le imprime al proceso de producción, es el arma de los autodenominados cineastas revolucionarios, quienes confrontan los procesos de producción y distribución, hasta ahora dominados por las grandes compañías cinematográficas.

La veintena de directores llega al festival con una cámara digital en mano y en espera de conocer el lema para idear las historias que se transformarán en un cortometraje durante la semana de trabajo. El reto implica escribir un guión, ubicarlo en alguno de los múltiples lugares que la isla ofrece y elegir a los actores y actrices que encarnarán a sus personajes.

Estos actores y actrices son la otra parte fundamental del encuentro. Todos ellos, en su mayoría jóvenes y con diferentes grados de experiencia, se presentan en la reunión inicial ante los equipos de producción con la esperanza de conseguir uno o más papeles en a intensa semana de rodaje.

En paralelo a los días de rodaje, se exhiben los productos anteriores de los directores invitados, que tienen casi únicamente en común haber sido rodados en video digital. Mondo Digital, la sección que presenta los largometrajes, proyecta este año historias de ficción, animación y documentales, provenientes de países como México, Irán, EE UU y España.

En el cierre del festivalito se premiarán con una estatuilla a los mejores proyectos, tanto los exhibidos en cada una de las secciones del festival, como los cortometrajes producidos durante la semana de rodaje.