Arco reúne en Madrid la vanguardia artística de 35 países

La 25ª edición de la feria de arte contemporáneo Arco quedará mañana inaugurada por los Reyes en Madrid aunque hoy ha abierto sus puertas a los medios de comunicación y los profesionales del mundo del arte, que han expresado su optimismo ante la buena salud de la que goza el mercado artístico en España y las buenas perspectivas que se abren para el futuro.

Con Austria como país invitado, la edición de este año reúne a 278 galerías de 35 países, con representaciones artísticas en todos los soportes, desde la pintura, que recobra peso entre los más jóvenes, hasta el arte digital, pasando por la escultura, la fotografía o el vídeo.

La directora de Arco, Rosina Gómez Baeza, ha querido resaltar el aspecto económico y el cada vez mayor impacto del arte en la sociedad española durante la presentación de la feria. "El arte se ha consolidado entre los españoles como el tercer objeto de inversión, tras la construcción y los productos financieros", ha dicho, basándose en las conclusiones de un estudio del Banco de España sobre el sector.

Entre las novedades de este año cabe destacar el programa Dieciséis proyectos de arte español, dirigido por María Corral y con el que se quiere rendir un homenaje a la creación en este 25 cumpleaños. Tal vez otra de las novedades más visibles de la feria sea la forma en que la creación contemporánea se ha colado también en el pabellón 7 de Institución Ferial de Madrid, en el que en años anteriores se veía más arte moderno y primeras vanguardias, además de la desaparición como por encanto de los llamados chill-outs, tan denostados por algunos galeristas. Y si en galerías asentadas como la Marlborourgh eran las coloristas pinturas de un Alberto Corazón exultante las que se hacían ver, en buena compañía de Manolo Valdés, Botero o Bacon, en el mismo pabellón 7, la Galería Punto tenía importante reclamo en el descomunal Chevrolet Impala del 59, de color rojo rabioso y de más de seis metros de longitud, que parece salido de un cómic y que Javier Mariscal ha creado y bautizado con el nombre de Crash.

Ventas

Esta misma mañana, era muchas las galerías que iban señalizando obras con el punto rojo de "vendido". La galería "Espacio Mínimo",por ejemplo, había vendido ya una serie de nueve fotografías del holandés Erwin Olaf y cuatro esculturas de Jan Fabre, y Soledad Lorenzo, Juana de Aizpuru, Helga de Alvear o Juana de Aizpuru también habían reservado obra.

"Hoy podemos por fin aspirar a que Arco sea la gran feria internacional de arte que aún no somos", señalaba Juana de Aizpuru, impulsora y primera directora de la feria. En su opinión, si a Arco se le dio en sus comienzos un marcado carácter cultural "porque había que salir del aislamiento en que estábamos", ahora "hay que replantearse lo que se quiere hacer". "Queremos una feria sólo para galerías y revistas de arte, no para instituciones", ha dicho esta experta, que sobre el cambio inminente en la dirección -en la que Lourdes Hernández relevará a Rosina Gómez Baeza-, se alegra "de que Arco vuelva a manos de una profesional del arte".

Y es que la de 2006 será la última feria dirigida por Rosina Gómez Baeza, que cede el destino a Lourdes Fernández (San Sebastián, 1961), quien manifestó hace poco su intención de continuar con las líneas establecidas aunque también apuntó su idea de adaptar la feria a las nuevas condiciones de la escena artística.

"En unos años, en España va a haber un coleccionismo de los más importantes de Europa, porque está basado en pilares firmes, de amor y conocimiento", vaticina De Aizpuru, para quien las colecciones presentadas este año son "muy personales" y se hacen "con muy buen criterio y con un sincero interés por el arte de nuestros días".