Latinoamérica exhibe su arte más emergente a través de 21 galerías

Latinoamérica siempre ha ocupado un lugar destacado en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco). Desde que en 1997 esta región fue elegida como invitada de honor, este certamen se ha consolidado como la plataforma de lanzamiento hacia Europa y el resto del mercado internacional para un gran número de artistas procedentes de América Latina y el Caribe. En su XXV aniversario, esta lanzadera artística acoge en Madrid a 21 galerías con el objetivo de mostrar al público lo más nuevo del arte latinoamericano contemporáneo, emergente y experimental.

La apuesta de Arco por la creación plástica latinoamericana es explícita. Muestra de ello es el vínculo que se selló en 2005 con la presencia de México, que se convertía en el primer país latinoamericano en ser invitado de honor en la feria de forma individual.

Esta apuesta por el arte latinoamericano ha dado como fruto la presencia constante de un buen número de galerías edición tras edición. Tanto salas consolidadas como la mexicana OMR, la argentina Jorge Mara-La Ruche o la brasileña Casa Triângulo, que participan en el programa general, como galerías emergentes que ocupan los espacios de los programas comisariados, la colombiana Alcuadrado o la venezolana Mendoza, año tras año muestran su fidelidad a una feria que les abre las puertas del mercado internacional.

Argentina. En esta edición, la feria cuenta con la presencia de dos de las galerías más consolidadas del panorama porteño. La galería Jorge Marala-Ruche, una incondicional desde 1993, ha seleccionado entre sus artistas históricos a cinco argentinos: Rogelio Polleselo, César Paternosto, Estrada, Roberto Elía y Horacio Coppola. La veterana Ruth Benzacar contará con dos espacios expositivos dentro del programa general. Expondrán los creadores experimentales Nicola Constantino, Jorge Macchi, Liliana Porter, Miguel Rothschild, Pablo Reinoso y Pablo Siquier. En su segundo espacio, esta galería presenta un proyecto del argentino afincado en París Leandro Erlich, en colaboración con la galería barcelonesa Nogueras Blanchard.

México. Tras su participación el año pasado como país invitado de honor, vuelve para desplegar su potencial artístico. Emm Molina, una de las galerías que más llamaron la atención el año pasado por su apuesta por el arte tecnológico, participa de nuevo para mostrar una selección de arte electrónico, vídeo y fotografía digital, además de varias muestras de pintura. La galería Kunsthaus Santa Fe se estrena este año y apuesta por las nuevas formas y conceptos visuales que utilizan los artistas para comunicarse con el público por medio de exposiciones en vivo, Internet, el vídeo, soportes electrónicos y la fotografía digital.

Además de estas salas de arte emergente, también están dos de las galerías más consolidadas. OMR presenta un grupo de artistas que han tenido una inmensa importancia para el desarrollo del arte contemporáneo en México como Gabriel Acevedo Velarde, Iñaki Bonillas, Fernanda Brunet, Félix Curto, Graham Gillmore, entre otros. Otra galería habitual en Arco es la sala Enrique Guerrero que presenta un interesante proyecto de la artista valenciana Olga Adelantado.

Chile. Santiago de Chile ha sido seleccionada como uno de los epicentros del arte emergente dentro del programa de arte urbano Cityspaces. A pesar de no haber estado representado con tanta frecuencia como otros países latinoamericanos, este año participan tres galerías chilenas. Centro Cultural Matucana 100 pondrá en escena a dos artistas que han ayudado a la oxigenación y expansión del arte más joven del país. Galería Animal y Espacio 1305 presentan varios proyectos interesantes de arte emergente.

Cuba. Como otro de los epicentros urbanos de la creación contemporánea también ha sido seleccionada dentro de Cityspaces la ciudad de La Habana. La galería Habana presenta obras de Kcho y Roberto Diago, dos referentes importantes del arte joven de la isla. La galería Oficios, impulsada por el artista Nelson Domínguez, acoge las obras del pintor y ceramista Li Domínguez, así como de Lisbeth Fernández.

Venezuela y Colombia. Caracas y Bogotá también figuran como exponentes del arte urbano. La galería colombiana Alcuadrado Arte Actual representa un espacio físico en constante flujo y mutación, contingente al proyecto específico que se expone. Permite a los artistas la experimentación y al público la posibilidad de visualizar el arte contemporáneo desde diferentes contextos. La sala Mendoza, dedicada a la experimentación y a las nuevas propuestas, presenta un stand que se construye en dos ejes que examinan, por un lado, la idea de la ciudad como ruina y la consiguiente pérdida de sus símbolos a través de la obra de Juan Araujo, y, por otro,la abstracción como instrumento de crítica institucional e ideológica en las pinturas de Carla Arocha.

La crítica a la situación que atraviesa actualmente Venezuela también tiene su reflejo en la galería de Henrique Faria Fine Art. José Gabriel Fernández, Alessandro Balteo y Magdalena Fernández son parte de los artistas que han decidido abandonar el país en los últimos años contribuyendo a la presencia cada vez mayor de artistas venezolanos en el panorama internacional.