Robados en un museo de Oslo 'El grito' y 'Madonna', de Edvard Munch

Dos de las pinturas más importantes del expresionismo, El Grito (1893) y Madonna (1894), de Edvard Munch, han sido robadas esta mañana en el museo de Oslo dedicado al pintor. Al parecer, varios individuos han irrumpido a punta de pistola en el edificio y han perpetrado el robo ante el numeroso público que visitaba el museo. La policía noruega ha puesto en marcha un importante dispositivo para capturar a los ladrones.

Por el momento, las informaciones aún son confusas y no está confirmado si los ladrones han logrado hacerse con más obras del museo, un dado al que apunta la radio pública noruega. Tampoco se conoce cuántos han sido los individuos que han perpetrado el robo. Aunque algunas fuentes afirman que se trata de tres individuos vestidos de negro y enmascarados, la radio NRK y la BBC aseguran que tan sólo un hombre ha entrado en el museo y ha logrado hacerse con las obras tras amenazar a punta de pistola al personal del centro y a los visitantes que se encontraban en ese momento en el museo. Posteriormente, el ladrón habría escapado en un Audi negro que le esperaba en el exterior.

Robo a plena luz del día

Pese a las especulaciones iniciales sobre la posibilidad de que se hubieran producido heridos, la responsable de prensa del museo, Jorunn Christofferson, ha afirmado que pese a que la sala estaba llena de público en el momento del robo, no se han producido disparos y nadie ha resultado herido. Asimismo, Christofferson ha señaldo que el museo cuenta con un circuito cerrado de televisión, aunque ha afirmado que los ladrones "estaban enmascarados con capuchas negras".

El Grito ya fue sustraído de la Galería Nacional de Oslo en 1994 mientras se celebrada la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Lillehammer. El cuadro estuvo desaparecido durante tres meses y tras la recuperación fueron detenidos tres individuos de nacionalidad noruega.

"El grito de la naturaleza

El artista Edvard Munch, nacido en 1863 y fallecido en 1944, es el más conocido representante del expresionismo. El Grito, pintado en 1893 con ceras, pastel y témpera sobre papel cartón es uno de los cuadros paradigmáticos de este movimiento. El pintor describió con estas palabras la experiencia que lo llevó a pintar la obra -citado por el experto en arte Miliko A. García Torres-: "Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza".