Salman Rushdie: "La libertad de expresión empieza al defender algo de lo que discrepas"

El escritor británico de origen indio Salman Rushdie, presidente del PEN Club estadounidense, ha asegurado hoy en el Forum 2004 que "la batalla por la libertad de expresión empieza al defender algo de lo que discrepas", y ha advertido que "es una batalla sucia, porque defiendes cosas que no te gustaría tener en una estantería".

Rushdie ha pronunciado la conferencia La libertad de expresión, hoy, con la que ha inaugurado el diálogo El valor de la palabra, organizado por el PEN Club. El acto ha contado con la asistencia del presidente del PEN Club internacional, el checo Jiri Grusa, de la presidenta de la delegación catalana, Dolors Oller, y del conseller en cap, Josep Bargalló. El escritor se ha remontado a su propia experiencia tras publicar, en 1998, Los versos satánicos, que le valió las amenazas del mundo islámico radical.

En este sentido, ha recordado la película Guerrilleros internacionales, rodada en Pakistán, y en la que se le caracterizaba como un torturador protegido por lo servicios secretos israelíes. Al abrirse el debate sobre si se proyectaba o no en Londres, donde residía, Rushdie apoyó la proyección. "Fue una decisión difícil, porque era una película muy desagradable, pero nadie fue a verla", ha comentado, para añadir que "hay que confiar en que la gente decida por sí misma".

El escritor se ha remontado incluso a la Ilustración para afirmar que, "a menudo, la batalla por la imaginación no se libra contra el Estado sino contra la Iglesia", un combate "que se está reproduciendo en algunos países, como en el mundo islámico, donde la Iglesia controla el pensamiento". Así, ha puesto como ejemplo Teherán o Damasco, ciudades "con mucha vida intelectual" que "está en declive, no sólo por la acción de las superpotencias, sino por una cierta autodestrucción intelectual".

Amenazas contra las libertades en EE UU

En su calidad de presidente de la delegación norteamericana del PEN Club, Rushdie ha asegurado que "también hay crisis" de libertad de expresión "en EE UU". El escritor ha denunciado lo que denominó "el Ministerio de las Falsas Alarmas", encargado de establecer el nivel de alerta antiterrorista en cada momento.

En su opinión, este sistema "tiene el único propósito de aterrorizar" a la población, "porque así es más fácil hacer cosas en su nombre que si no, no aceptarían". Como ejemplo, citó la Patriot Act, que "permite al Gobierno entrar en la esfera privada" de los ciudadanos, "como los libros que lee". Igualmente, ha recordado que "hay una ley que prohíbe publicar obras de países considerados enemigos", lo que ha calificado de "locura demente".

Tras esta enumeración, se ha preguntado si "se perderá la libertad de expresión en esa tentativa por defenderla", y si "se convertirán países democráticos en autoritarios para luchar contra el terrorismo". En su opinión, "es evidente que el terrorismo existe y que hay que combatirlo, pero también existe el terror del Estado".

Rushdie, quien también ha dudado de que los recientes casos de torturas a presos iraquíes sean "cosa de algunas pocas manzanas podridas", ha considerado que "lo que más necesita EE.UU. es un diálogo abierto con el resto del mundo".