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Familiares de García Lorca se oponen a la búsqueda y exhumación de los restos del poeta

Seis sobrinos del escritos consideran que no hace falta "remover huesos" porque las circunstancias del fusilamiento del escritor son muy conocidas

Los sobrinos de Federico García Lorca se han opuesto a la exhumación de los restos del poeta, que en teoría se encuentran en una fosa común en el Barranco de Víznar, en Granada, junto con los de un maestro y dos banderilleros miembros de la CNT. Familiares de las demás personas asesinadas reclaman la recuperación de los restos mortales.

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Los historiadores afirman que los cuerpos de García Lorca y las otras tres personas fueron enterrados en la fosa de Víznar tras ser fusilados la madrugada del 19 de agosto de 1936. Seis sobrinos carnales del poeta, sus legítimos herederos, reconocen en un comunicado que "es perfectamente legítima cualquier iniciativa de exhumación", pero creen que abrir la fosa común no aportará nada.

"Estamos convencidos, y en ello basamos nuestras opiniones, de que las circunstancias de la muerte de Federico García Lorca, por lo que se refiere a la constatación de la memoria histórica, son lo suficientemente conocidas como para que en su caso particular no haya que remover sus huesos", afirma el comunicado, firmado por los hermanos Vicenta, Concepción y Manuel Fernández-Montesinos García, y por Gloria, Isabel y Laura García-Lorca de los Ríos.

Chalés en vez de fosas

En el texto, los sobrinos apuntan que "el derecho de los particulares que quieren enterrar a sus muertos en otro sitio es el derecho de la memoria privada". "A nuestro juicio es una opción que difumina la potencia de la memoria civil, pública, pues las muertes no fueron privadas sino públicas".

Además, los sobrinos de Lorca argumentan que "en los tiempos que corren, existe el peligro de que, una vez desenterrados y trasladados los cadáveres los lugares de las fosas den paso a colonias de chalés".

Solicitud de exhumación

El pasado 1 de septiembre, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó oficialmente al Ayuntamiento granadino de Alfacar la autorización para buscar los restos de dos personas que fueron fusiladas y enterradas junto con el poeta en una fosa común. La Asociación dijo que cursó la solicitud a petición de los nietos del maestro Dioscoro Galindo González y del banderillero granadino Francisco Galadí Melgar; el otro banderillero se llamaba Joaquín Arcollas Cabezas. La solicitud debe ser sometida al pleno del Ayuntamiento y cuenta con el apoyo del alcalde, Juan Caballero.

Los familiares del escritor recuerdan que en 1955 la dictadura de Franco "ya había intentado violar ese lugar de la memoria pública buscando precisamente la exhumación del cadáver del poeta con el pretexto de que recibiera las honras fúnebres debidas a un escritor tan importante".

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