Una tonadillera internacional

Con la muerte de Imperio Argentina desaparece uno de los mitos del cine español de los años 30 y una de las figuras más internacional y cosmopolita que ha tenido la copla española. De nacionalidad española y argentina, Magdalena Nile del Río fue la estrella máxima del cine español en el momento en que se producía la transición entre el cine mudo y el sonoro y alternó la copla y el teatro en numerosas giras que hizo por el mundo junto al cineasta Florián Rey, su descubridor y luego marido.

Rodó en 1933 junto a Carlos Gardel Melodía de arrabal, trabajó a las órdenes de directores como Jean Renoir y encandiló al mismo Hitler que, en 1939, le propuso todo tipo de facilidades para que trabajara en Alemania, a lo que la tonadillera se negó. Nació en el barrio bonaerense de San Telmo el 26 de diciembre de 1910 -según propia confesión, aunque varios críticos especializados en su figura fechan su nacimiento años antes, en 1906- durante una gira que realizaban sus padres, el guitarrista Antonio Nile y la actriz Rosario del Río. Vivió su niñez en Málaga, y en 1918, debutó en el Teatro Comedia de Buenos Aires, al que asistió Pastora Imperio.

Fue Pastora Imperio la que le dio su primer nombre artístico: Petit Imperio y que luego el dramaturgo y Premio Nobel Jacinto Benavente transformó en Imperio Argentina. Tras recorrer Europa y las dos Américas, en 1926 regresó definitivamente a España y trabajó en el teatro Romea, de Madrid, tras ser descubierta por el cineasta Florián Rey, con quien se casó más tarde y tuvo a su hijo Florián, fallecido en 1959 en trágicas circunstancias.

"Hitler quiso ser mi amante"

Su primera película fue La hermana San Sulpicio (1926), versión muda, a la que siguieron, ya en versión sonora, Corazones sin rumbo (1928), Los claveles de la Virgen (1928), El profesor de mi mujer (1930), Su noche de bodas (1931) y Cinépolis (1930), películas realizadas en los estudios parisienses de Joinville. Su primer gran éxito fue Melodía de arrabal, rodada en París con Carlos Gardel en 1933.

"Soy la única -aseguraba- que cantó con él, porque no le gustaba cantar con mujeres, aunque le fascinasen, ya que no era mariquita, pero yo tenía la misma tesitura y aceptó", dijo en una entrevista. En 1935 intervino en las dos cintas que le dieron fama: Nobleza baturra y Morena Clara, ambas con su esposo Florián Rey. En julio de 1936 se trasladó con su esposo a París y viajaron por las dos Américas. En 1938 rodó en Berlín una versión de la Carmen, de Merimée, titulada Carmen la de Triana, con Rafael Rivelles. Ese mismo año realizó La canción de Aixa, también con Florián Rey, tras lo cual se separó de él y se marchó a Italia, donde rodó una versión de Tosca (1940), de V. Sardou, con Rosano Brazzi y Michel Simon bajo la dirección de Jean Renoir y Carl Koch.

En 1939 Hitler mostró interés por conocer personalmente a la artista y, en una larga entrevista, le ofreció los estudios alemanes con todos los medios necesarios para realizar una superproducción, en español y alemán, sobre la vida de Lola Montes. Imperio Argentina comprendió que aquella realización la comprometía a hacer propaganda del nazismo y rechazó la oferta. "Hitler quiso ser mi amante, pero yo le dije que no. También tuve relación con Franco, quien en una entrevista me preguntó cosas muy fuertes, algunas como que si yo me sentía española, aunque mi respuesta le gustó y yo le di un concierto a cambio", comentaba.

Tras la Guerra Civil española se instaló en Estoril, donde tuvo una hija, Alejandra, y trabajó a las órdenes de Benito Perojo en las películas Goyescas (1942), Bambú (1945) -con Sáenz de Heredia-, Los majos de Cádiz (1946) y Lo que fue de la Dolores (1947). En 1946 se casó en Buenos Aires con el conde de Cabezuelas, del que se separó a su regreso a España en 1948, en que volvió a trabajar con Florián Rey en La cigarra. A continuación vino un período de alejamiento de los escenarios.

Regresó para efectuar sus últimas apariciones cinematográficas: Ama Rosa (1960), de León Klimovsky; Con el viento solano (1985), de Mario Camús; Tata mía (1986), de José Luis Borau; y El polizón del Ulises (1987), de Javier Aguirre. Alejada del mundo artístico, ya en Benalmádena, repartió su tiempo entre la administración de varios establecimientos de belleza que tenía y su atención a su hija y sus nietos y biznietos. En 1992 volvió a los escenarios tras 24 años de ausencia, para intervenir junto a Rocío Jurado, Juanita Reina, Nati Mistral y María Vidal en el espectáculo de copla española Azabache, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla. Uno de sus últimos trabajos fue un concierto que dio el 3 de diciembre de 1996 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid.

Inspiradora del personaje femenino de la película interpretado por Penélope Cruz en La niña de tus ojos, del director Fernando Trueba, Imperio se molestó con el filme al considerar que relataba, sin confesarlo, episodios de su vida y de otros artistas españoles en Alemania, como Estrellita Castro, Perojo o Florián Rey. Aunque anunció que se iba a querellar contra el realizador, más tarde dijo que no lo haría porque "una señora como yo, que tiene un retrato colgado en el Reina Sofía, no se puede preocupar por esas cosas".