Silvio Rodríguez rompe tres años de silencio en los escenarios

El trovador cubano Silvio Rodríguez ha roto la pasada noche más de tres años de silencio al subir al escenario junto a la Orquesta Nacional de Cuba, que dirige el compositor Leo Brouwer. El recital, al que han asistido más de 3.000 personas, se ha celebrado en Jalisco, en el marco de los actos dedicados a su país por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la más importante de México.

A pesar de la extraordinaria acogida del concierto, algunos han echado en falta un poco más de calor por parte su ídolo, quien no ha dado explicaciones del por qué llevaba más de tres años sin actuar a pesar de que sigue componiendo. La tremenda expectación que suscita la estancia del cantautor cubano en Guadalajara, la capital de Jalisco, ha hecho que estos primeros días de feria se le haya visto poco, casi siempre de forma fugaz y acompañado en sus desplazamientos por una pequeña escolta.

La orquesta ha interpretado primero sus propias piezas para posteriormente ceder todo el protagonismo a Silvio y a su música, lo más esperados de la noche. El cantautor cubano se ha encontrado un público entregado, ante el que ha interpretado tres piezas de su nuevo disco, Expedición, y temas legandarios como Te doy una canción y Serpientes.

Silvio les deja sin 'Ojalá'

Tras retirarse del escenario, los gritos de sus seguidores le animaron a volver para brindarles la sexta y última canción de la noche. "Yo nunca pido nada, pero hoy les pido un poquito de piedad", ha indicado el cantautor en plena actuación cuando el público concentrado en la explanada de la FIL le solicitaba que ampliara su actuación con una canción más, Ojalá.

En la víspera de la actuación Silvio, quien es además diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, intervino en un coloquio al que asistieron más de 2.000 personas a lo que prometió que cantaría dos o tres canciones al día siguiente.

"Hace años que no canto, no es por nada en particular. Me metí en un trabajo que me consumió mucho tiempo y luego me ha costado reincorporarme", dijo entonces Silvio. Añadió que no se sentía con fuerzas de ser interlocutor de tantos seres humanos distintos, que no forman una masa: "Cada uno es único e indivisible".