Más de 300 personas despiden a Gila en su funeral laico en Barcelona
El artista murió ayer en la Ciudad Condal a los 82 años
En un acto íntimo en el tanatorio de Les Corts, amigos de Gila como el humorista Pepe Rubianes, el cantautor Joan Manuel Serrat y el líder del PSC, Pasqual Maragall, han tomado la palabra y, con gran emoción, han recordado la personalidad del humorista y su trayectoria vital y profesional.
Además de Maragall han asistido al acto otros dirigentes del PSC, partido al que Gila dio siempre un apoyo público, como el primer secretario del PSC, José Montilla, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell.
A la salida del acto, Serrat ha asegurado que Miguel Gila, con su humor, no hacía más que "defenderse del dolor y de las agresiones de la vida" y que él "usaba el humor como una maravillosa clave de judo para devolver las miserias a las miserias".
Visíblemente afectado, Pepe Rubianes ha declarado: "Es como si se hubiera muerto mi padre, no puedo decir nada".
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, ha señalado que "Gila, que vivió en Barcelona estos últimos años, compartía mucha de su vida pública y asistía a actos políticos". "Gila era su propio personaje y por lo tanto era una persona impregnada de sabiduría y de un humor sin estridencias", ha añadido Clos.
Entre otras personalidades, han asistido al funeral laico de Gila amigos como el cantante Dyango, la cantante de tangos argentina Cecilia Rosetto, los humorista Carles Flaviá y Pedro Ruíz y el delegado general de la SGAE en Cataluña, Ramon Muntaner.
Los restos del humorista se han trasladado al cementerio de Montjuic donde serán incinerados.
