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BULOS INTERNET
Tribuna
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Frente al negacionismo climático, una buena agencia meteorológica

Estas instituciones pueden desempeñar un papel clave a la hora de combatir la desinformación sobre la relación de fenómenos extremos como las olas de calor con el calentamiento del planeta

Turistas en el Puente Romano de Córdoba
Una pareja de turistas caminan bajo un paraguas para paliar los rayos de sol, este lunes por el Puente Romano de Córdoba.rafa alcaide (EFE)

Las noticias falsas siempre han existido, pero las redes sociales se han convertido en un amplificador sin precedentes que permite la rápida difusión de bulos y teorías de la conspiración. Frente a esta situación, resulta fundamental una labor activa y rigurosa por parte de aquellos agentes que son considerados como fuentes de información solventes para los ciudadanos. La ciencia, por ejemplo, es percibida por la gran mayoría de la ciudadanía europea como el conocimiento más objetivo, veraz y válido. Por tanto, las instituciones científicas tienen una plataforma que no pueden desaprovechar para combatir la desinformación.

En relación a los eventos meteorológicos extremos, las agencias meteorológicas pueden desempeñar un papel clave a la hora de combatir el negacionismo climático emergente, que intenta desligar estos fenómenos del cambio climático con el argumento de que “siempre ha hecho calor”. La ola negacionista, en su día ocupada en desmontar el “plan” del coronavirus, pone ahora su atención en el cambio climático, alimentando las redes sociales de mensajes que niegan el fenómeno, con argumentos que intentan demostrar que se trata de un plan orquestado y dirigido, o esgrimiendo una nevada como la prueba irrefutable de que todo era mentira.

Como consecuencia del cambio climático, han aumentado la frecuencia y precocidad de las olas de calor en el continente europeo. Son cada vez más habituales estos fenómenos tempranos desde el mes de junio o incluso antes. Hemos estudiado la ola de calor temprana de junio de 2022 en Europa, analizando el modo en que informaron sobre ella cinco agencias meteorológicas oficiales europeas. Observamos que la forma en que estas instituciones comunican sobre las olas de calor y su relación con el cambio climático tiene un reflejo en el tratamiento que le dan los medios de comunicación. Analizar esto último es clave, como veremos, ya que es allí a donde los ciudadanos acuden mayoritariamente para informarse: las encuestas dicen que la población confía más en los medios de comunicación tradicionales como fuente informativa, siendo muy elevado el porcentaje de los que acuden a las ediciones online de los periódicos para conocer la realidad.

Casi todas las webs de las agencias (excepto la italiana) tienen una sección para informar sobre cambio climático. La agencia francesa, Météo-France, destacó durante la ola de calor temprana de junio de 2022 por ser la agencia que más entradas sobre la temática de cambio climático ubicó en la portada de su web y también la que más destacó a la hora de ofrecer contenidos que relacionan las olas de calor con el cambio climático. Junto con la inglesa, MetOffice, esta agencia destacó a la hora de traducir la información meteorológica relativa al cambio climático a un lenguaje coloquial y accesible para el gran público, así como a la hora de ubicar la ola de calor en un contexto histórico de tendencia.

La española Aemet por su parte fue la más activa en Twitter durante la mencionada ola de calor a la hora de publicar contenidos que establecían el vínculo con el cambio climático, aunque una gran parte no eran contenidos propios, sino retuits de otras entidades. En los últimos tiempos hemos visto cómo la Aemet ha tenido que salir públicamente a desmentir ataques negacionistas y conspiranoicos que la han llegado a acusar de estar detrás de la manipulación del tiempo. En general, estamos viendo de forma recurrente a profesionales de la meteorología teniendo que volver a explicar, desde la ciencia, el problema climático y sus consecuencias. Insultar a algunos de estos meteorólogos se está convirtiendo en el último deporte de estos apóstoles negacionistas de las redes sociales.

Para cortocircuitar estas situaciones, más allá de reacciones de tipo defensivo, las agencias podrían tomar la delantera al negacionismo con un papel más proactivo a través de sus redes, comunicados de prensa y declaraciones de expertos, jugando un rol más activo a la hora de combatir el negacionismo creciente.

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Esto es aún más importante si cabe, en un contexto en el que las notas de prensa con contenidos negacionistas tienen el doble de posibilidades de ser recogidas en los medios de comunicación que las noticias con mensajes a favor de la acción climática (según un estudio de la Brown University). El rigor de los medios de comunicación se muestra por tanto como otra pieza clave del engranaje contra la desinformación. Por ejemplo, en países como el Reino Unido, los medios conservadores están de forma creciente enmarcando el incremento de las temperaturas como una batalla cultural, donde directamente las noticias niegan el hecho de que haga calor.

Basándonos en nuestras investigaciones podemos afirmar que cuando las agencias meteorológicas se muestran activas a la hora de establecer el vínculo entre olas de calor y cambio climático, los medios de comunicación lo recogen. Además, más allá de citar a las agencias meteorológicas a través de sus notas de prensa —y esta es la principal conclusión del análisis―, la inclusión específica de declaraciones de expertos fue determinante a la hora de establecer un vínculo entre el calor sufrido en junio de 2022 y el cambio climático. Por ejemplo, la prensa portuguesa e italiana apenas incluyeron voces de personas expertas de las agencias meteorológicas en sus noticias —lo que también coincide con la baja proactividad de estas agencias (IPMA y Meteo Aeronáutica Militare, respectivamente) a la hora de informar sobre la relación entre las olas de calor y el cambio climático—, mientras que la prensa de países como Francia, España, y Reino Unido —cuyas agencias y expertos fueron mucho más activos—, hicieron un uso muy significativo de las mismas.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que en esos tres países, para un ciudadano que acudiera a las noticias de alguno de los principales periódicos a informarse de la ola de calor esos días, fue más difícil ignorar el vínculo de la misma con el cambio climático. Esto refuerza el argumento en defensa de una mayor proactividad por parte de las agencias.

En conclusión: si bien las agencias de varios países ya juegan un papel importante a la hora de establecer con claridad el vínculo existente entre las crecientes y cada vez más prematuras olas de calor y el cambio climático, pensamos que en todos los países, incluyendo el nuestro, hay margen de mejora. Estos organismos podrían asumir un papel más contundente en la difusión del fenómeno, sus causas y sus riesgos. Esto podría lograrse mediante la mayor generación de contenidos propios, una mejor adaptación de los mismos al lenguaje coloquial, o una mayor insistencia, a través de declaraciones a los medios de comunicación, en el vínculo que la ciencia establece entre cambio climático y fenómenos como las olas de calor, priorizando ruedas de prensa sobre meras notas de prensa.

Las instituciones científicas comunicando información verídica de forma activa y los medios de comunicación rigurosos amplificando estos mensajes constituyen un tándem recomendable que debe ser fortalecido frente a la desinformación.

Samuel Martín-Sosa es investigador y experto en redes de activismo climático. Isidro Jiménez es profesor en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

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