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El caso de la osa que mató a un corredor aviva el debate animalista en Italia

Las autoridades han emitido una orden de abatimiento, suspendida temporalmente tras el recurso de un grupo de defensa de los animales

osa italia
Traslado del oso JJ4 al centro de de Recuperación de Fauna Alpina.Provincia autonoma di Trento

El destino de un oso que mató a una persona en la montaña está centrando el debate público italiano las últimas semanas. A inicios de abril, la osa JJ4 atacó y mató a un joven, Andrea Papi, que regresaba de un entrenamiento en una zona de montaña en el norte de Italia. El pasado lunes, el animal fue capturado en un bosque de la provincia de Trento y actualmente se encuentra en un Centro de Recuperación de Fauna Alpina, una instalación con barreras de cuatro metros de altura y tres recintos electrificados, donde permanece a la espera de que se defina su futuro. Comparte encierro con la osa M49, protagonista entre 2019 y 2020 de incursiones en zonas urbanizadas.

Los investigadores creen que el encuentro entre Papi, de 26 años, y la osa JJ4, uno de los 20 ejemplares que viven en la zona, fue probablemente repentino, tras una curva, y el animal, asustado, le atacó inmediatamente. El cuerpo del joven, encontrado tras horas de búsqueda, presentaba arañazos, marcas de mordiscos en el brazo y heridas profundas en el pecho y el cuello.

Se trata de la primera agresión mortal de un oso en la historia reciente italiana. Aunque hace tan solo un mes, también en Trentino, otro oso agredió a un hombre y lo hirió, este tipo de ataques no son habituales. En Italia se han registrado siete en los últimos 150 años, ninguno mortal hasta ahora. Según un estudio publicado por la revista Nature, entre 2000 y 2015 se produjeron 664 ataques de osos en todo el mundo, de los cuales 95 fueron mortales, la mayoría se registraron en América del Norte.

Las autoridades identificaron a la osa, de 17 años, pocos días después del ataque a partir de muestras orgánicas encontradas en el lugar del ataque y la capturaron más tarde. El presidente de la Provincia Autónoma de Trento, Maurizio Fugatti, firmó una orden de sacrificio para el animal y ahora la justicia italiana deberá decidir sobre la legitimidad de esta directiva. Algunas asociaciones animalistas y ambientalistas, como la Liga Antivivisección (Lav) y la Liga para la Abolición de la Caza presentaron un recurso para impedir el sacrificio, que por el momento está suspendido hasta el 11 de mayo, fecha en la que deberá pronunciarse un juez.

La legitimidad del sacrificio de la osa JJ4, y de los osos considerados “problemáticos” en general, se ha convertido en tema de debate incluso fuera de los tribunales, sobre todo en las zonas que acogen desde finales de los años noventa el proyecto ‘Life Ursus’, para la repoblación de osos pardos, financiado por la Unión Europea, con el que se volvió a introducir esta especie que había desaparecido casi por completo de los Alpes a partir de diez ejemplares eslovenos.

Numerosas asociaciones de defensa de los animales han protestado para reclamar alternativas al sacrificio y algunas, como la Lav, incluso han señalado instalaciones en el extranjero que estarían dispuestas a acoger a la osa. Ven el sacrificio como una solución punitiva extrema y desproporcionada para un animal con la única culpa de “comportarse como un oso”. Otras organizaciones han alegado que el ataque mortal y otros sucesos similares se han producido porque no se han aplicado suficientes medidas para favorecer la convivencia entre animales y personas y han sugerido opciones como incrementar la vigilancia de los movimientos de los ejemplares o la preservación de espacios dedicados exclusivamente a ellos o el traslado de los animales más problemáticos a zonas con menor presencia humana.

El ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin, ha asegurado que el Gobierno está buscando soluciones de reubicación para la osa JJ4 y ha apuntado que sacrificar al animal “no es la solución”, aunque ha precisado que la decisión corresponde al presidente de la provincia autónoma de Trento. El ministro, que pertenece al partido conservador de Forza Italia, también ha denunciado la sobrepoblación de osos. “Desgraciadamente, hay 120 osos donde debería haber 40. Se introdujeron con una decisión artificial, local, hecha con fines turísticos. Y luego se nos fue de las manos. Han aumentado de forma desproporcionada y ahora hay que volver a poner orden en la situación. Es necesario un plan de reubicación y expansión con más territorios”, ha declarado Fratin.

Un oso marsicano, en la región de Abruzzo (Italia), en una imagen de archivo.
Un oso marsicano, en la región de Abruzzo (Italia), en una imagen de archivo.DeAgostini (Getty Images)

El presidente de la Provincia Autónoma de Trento, Maurizio Fugatti, continúa optando por el sacrificio. Y se acoge al Plan de Acción Interregional para la Conservación del Oso Pardo en los Alpes Centroorientales, acordado entre la Administración regional y el Ministerio de Medio Ambiente en 2010, como continuación del proyecto Life Ursus. Este mecanismo, también financiado por la Unión Europea, contiene normas para regular la coexistencia de los osos con el hombre. Entre otras cosas, contempla el abatimiento de los animales en algunos supuestos, como en el caso de que ataquen sin haber sido provocados previamente.

Fugatti apunta a que el mayor problema es que en la provincia de Trento hay más osos de los que disponía el plan. “El protocolo preveía unos 50 osos que se dispersarían por los Alpes. Hoy tenemos más de 100 y están comprometiendo el equilibrio hombre-animal, poniendo en dificultades a las comunidades de montaña que no pueden convivir con este número de animales”, ha protestado el gobernante.

Presiones para el sacrificio

Los alcaldes consideran que la seguridad de los ciudadanos está amenazada por algunos animales más propensos al contacto con los seres humanos. Han presionado para que se reactive la orden del sacrificio y muchos han amenazado incluso con dimitir si no se encuentra una solución a la coexistencia de osos y personas.

El Instituto Superior para la Protección y la Investigación Ambiental, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, emitió en su día un dictamen favorable al sacrificio, necesario para el abatimiento del animal. También ha insistido en que es importante tener en cuenta cualquier comportamiento anómalo anterior, ya que, si un animal es reincidente, hay más razones para clasificarlo como “peligroso”, como es el caso de la osa JJ4. Además de este ejemplar, hasta la fecha en Trentino hay otros dos osos con alto rango de peligrosidad, dos machos: MJ5 y M62.

La osa JJ4, nacida en 2006, recibió la primera denuncia en 2020, cuando hirió a dos excursionistas con los que se cruzó mientras estaba acompañada de sus oseznos. En ese momento la Administración provincial dictó una orden de sacrificio, que luego se suspendió definitivamente. Desde entonces, se han registrado otros dos incidentes menores con este animal antes del ataque mortal. La osa llevaba un collar geolocalizado que rastreaba sus movimientos, como la mayoría de los osos pardos del Trentino, que están registrados, clasificados y parcialmente controlados.

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