La ciencia que respalda a Europa en sus metas de energía renovable

Hace un año en Glasgow, durante la cumbre del clima de 2021, la COP26, escuchamos a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reafirmar el compromiso europeo de ser el primer continente climáticamente neutro. Haciendo énfasis en que la UE no debe escatimar esfuerzos en implementar el Pacto Verde Europeo, la presidenta de la Comisión les solicitó a los países acelerar los esfuerzos para lograr cero emisiones netas.

Para alcanzar esta meta es necesario reencaminar el sector energético hacia rutas más sostenibles. Sin un sector energético sostenible y neutral climáticamente, sería casi imposible para la UE alcanzar sus objetivos, ya que la producción y uso de energía representan más del 75% de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero.

Desde la COP26, los acontecimientos geopolíticos le han dado a Europa un impulso adicional a la transición hacia las energías renovables. En mayo, la comisión publicó REPowerEU, un plan en respuesta a la guerra en Ucrania, aumentando el objetivo para 2030 en materia de energías renovables al 45%, con miras a reducir la dependencia de la importación de combustibles fósiles.

No hay respuestas fáciles

Lograr que la economía europea se base en energías sostenibles es un gran reto. Estas energías representaban apenas el 22% de consumo bruto de energía de la UE en el 2020. Entre los muchos retos que esto implica también hay uno relacionado con la capacidad de utilizar de manera eficaz toda la información climática de la que disponemos. Incrementar la fracción renovable en el mix energético implica inevitablemente incrementar su dependencia de la variabilidad climática a todas las escalas. Aquí es donde los servicios del programa Copernicus juegan un rol protagonista, particularmente el de Cambio Climático (C3S) y el de Vigilancia Atmosférica (CAMS).

En C3S, un aspecto muy importante de nuestro trabajo es apoyar la adaptación de la UE al cambio climático y sus políticas de mitigación. Para esto proveemos información consistente y fidedigna sobre el clima y ofrecemos acceso gratuito y abierto a nuestros datos y herramientas; todo esto basándonos en los mejores modelos meteorológicos y climáticos disponibles. Tenemos un equipo dedicado que escucha a todos los usuarios (emprendedores, científicos, organismos internacionales, sociedad civil, políticos) y trabajamos para asegurar que ellos obtengan los datos que necesitan de Copernicus en un formato de fácil acceso.

El producto principal de C3S es ERA5, la quinta generación de reanálisis atmosférico que comprende datos climáticos históricos desde enero de 1950 hasta el presente para cualquier lugar del planeta. ERA5 provee valores horarios para una gran cantidad de variables oceánicas, terrestres y atmosféricas. Empresas, gobiernos y otros usuarios pueden trabajar con estos datos para generar productos de alta definición como diagnósticos eólicos y solares precisos, y utilizando también los datos de CAMS se puede llegar a construir pronósticos de mucha precisión con hasta 10 días de antelación.

Los beneficios de pronósticos más precisos

Unos pronósticos eólicos y solares precisos son extremadamente importantes tanto desde el punto de vista económico como técnico. Una mayor precisión permite a los productores reducir la incertidumbre sobre cuánta energía podrán generar, además de manejar sus compromisos con los operadores de red. Tomemos como ejemplo un productor independiente de energía solar que necesita comprometerse a proveer una cierta cantidad de energía a la red diariamente. Con Copernicus, estos productores pueden reducir el riesgo de sobreestimar la cantidad de energía que pueden proveer y evitar multas al incumplir sus compromisos. Y, con esto, tener una iniciativa energética con buen flujo de caja y buena rentabilidad es más fácil.

Lograr las metas de sostenibilidad no solamente depende de la rentabilidad de las empresas. La diversificación de fuentes de energía también es fundamental. Por ejemplo, en vez de invertir únicamente en los países que tradicionalmente producen energía eólica, deberíamos mirar a las diferentes fuentes de energía sostenible que tenemos a lo largo y ancho del continente. CAMS y C3S nos permiten entender mejor el potencial europeo de energética renovable y apoyar a gobiernos y empresarios a tomar mejores decisiones al respecto.

De esta manera, no solo quienes producen energía se benefician de los datos de Copernicus, sino también quienes la administran. Los operadores del sistema de transmisión y distribución de energía necesitan balancear la oferta y la demanda en su red. Ellos también están interesados en las variables climáticas que tienen un impacto en la infraestructura energética, como la temperatura o la concentración de aerosoles, ya que sabemos que las altas temperaturas pueden afectar negativamente la eficiencia eléctrica y la potencia de los paneles solares, así como limitar la capacidad de transmisión de la red.

Al diseñar las redes eléctricas del futuro, los operadores deberán tener un plan basado en las condiciones venideras. En C3S ya estamos trabajando junto con los operadores para asegurarnos de que tengan acceso a los datos que necesitan tanto hoy como en el futuro.

La localización lo es todo

La velocidad de los vientos o la radiación solar en Europa pueden variar significativamente de un año al siguiente. Entender cómo ocurren estos cambios es vital en la planificación e instalación de turbinas eólicas o paneles solares. Para aprovechar al máximo los recursos renovables europeos, todas las partes interesadas —desde gobiernos y compañías energéticas hasta los ingenieros o arquitectos y los operadores— necesitan datos precisos sobre dónde se encuentran los recursos eólicos y solares en Europa.

C3S y CAMS proveen estos datos y apoyan una gran variedad de proveedores de servicio a nivel nacional y local que permiten tomar decisiones informadas y seleccionar las mejores ubicaciones para colocar su infraestructura generativa o sacarle el mayor provecho a las localizaciones a las que tienen acceso.

Para la energía eólica, por ejemplo, el reanálisis de C3S permite no solo garantizar una localización óptima de las turbinas y otras infraestructura clave —como el cableado—, sino también operarlas más eficientemente al poder programar reparaciones, mantenimiento y otras actividades en temporadas de viento suave.

Algunos ejemplos concretos del uso de nuestros datos en el sector energético incluyen Vortex, que usa datos de ERA5 para mapear recursos eólicos y proveer información sobre vientos y ubicaciones; el Global Wind Atlas, el cual ofrece sin coste alguno un mapa global de las zonas con mayor potencial eólico; o la Organización Meteorológica Mundial (OMS) en su último informe energético.

El sector energético europeo necesita acceso a una información fiable, consistente y de calidad si Europa quiere lograr su objetivo de ser climáticamente neutral para el 2050. El programa Copernicus genera dicha información y la ofrece de forma libre y gratuita para acompañarnos a transitar por un camino más verde y sostenible.

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