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Una nueva mutación en la variante británica del coronavirus hace temer una mayor resistencia a las vacunas

Reino Unido detecta 11 muestras del virus con una preocupante combinación de cambios

Dos voluntarias entregan puerta a puerta test caseros para hacerse la prueba del coronavirus, en Londres, este miércoles.
Dos voluntarias entregan puerta a puerta test caseros para hacerse la prueba del coronavirus, en Londres, este miércoles.HENRY NICHOLLS (Reuters)
Manuel Ansede

Las autoridades sanitarias del Reino Unido han detectado la aparición de una de las mutaciones más inquietantes del coronavirus —denominada E484K y asociada a una mayor facilidad para escapar de las defensas humanas— en la variante británica del virus que ya preocupaba por ser aparentemente hasta un 50% más contagiosa. La agencia de salud pública inglesa, de momento, solo ha observado esta nueva combinación en 11 muestras tomadas de enfermos de covid, según un informe publicado este lunes.

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La conocida como variante británica apareció en septiembre y se convirtió rápidamente en la dominante en el Reino Unido. Ya se ha detectado en 73 países, incluido España, y las autoridades estadounidenses han advertido de que tiene el potencial de empeorar la pandemia. Los científicos hablan de variantes del virus cuando se acumulan una serie de mutaciones características. La variante británica presenta 23 cambios, incluida la mutación N501Y, apodada Nelly por algunos genetistas y vinculada a la mayor capacidad de infección. Diferentes informes científicos en el Reino Unido han advertido en las últimas semanas de que la variante británica también podría estar asociada a un mayor riesgo de muerte, aunque los datos todavía no son concluyentes.

La mutación E484K, rebautizada Erik, se sumaría ahora a las otras 23 identificadas previamente. “Es preocupante porque a una variante más transmisible, y que ahora parece que podría estar asociada a una mayor gravedad de la enfermedad, le unimos una mutación que sabemos que compromete la respuesta con anticuerpos”, opina el biólogo Iñaki Comas, codirector del consorcio que vigila los genomas del coronavirus en España. Según sus cálculos, la variante británica —sin Erik— ya supone alrededor del 10% de los casos en territorio español.

La vacuna de Novavax ha mostrado un 89% de eficacia frente a la covid en el Reino Unido, pero solo un 60% en Sudáfrica

El microbiólogo Ravi Gupta, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha creado en su laboratorio pseudovirus con las mutaciones características de la variante británica más la E484K. Sus resultados preliminares, anunciados en sus redes sociales, sugieren que Erik aumenta la resistencia del virus a los anticuerpos del plasma sanguíneo donado por personas que ya han recibido la vacuna de Pfizer. El biólogo Iñaki Comas recuerda que las defensas humanas no consisten solo en los anticuerpos. Otro componente esencial de la respuesta inmune son los linfocitos T, unos glóbulos blancos capaces de destruir las células infectadas por el coronavirus. Una mayor resistencia a los anticuerpos no implica necesariamente que el virus escape al ejército defensivo del cuerpo humano.

El gran temor ahora es que la nueva variante británica con el añadido de Erik sea todavía más transmisible, más dañina y más resistente a las vacunas. La combinación de las mutaciones Erik y Nelly ya se había identificado antes en otras dos variantes preocupantes, detectadas por primera vez en Sudáfrica y en Brasil. El Gobierno español decidió este martes restringir los vuelos procedentes de estos dos países, aunque la variante sudafricana ya está en España: se detectó un primer caso en Vigo la semana pasada.

La mutación Erik es la principal sospechosa de la mayor resistencia del virus a los anticuerpos humanos. La vacuna de la empresa estadounidense Novavax ha mostrado un 89% de eficacia frente a la covid en el Reino Unido, pero solo un 60% en Sudáfrica, según los resultados preliminares de un ensayo con 20.000 personas. En la misma línea, la vacuna de la también estadounidense Johnson & Johnson ha tenido una eficacia del 72% en EE UU, del 66% en América Latina y del 57% en Sudáfrica, según los datos provisionales de un ensayo con 44.000 participantes. Las vacunas parecen ser menos eficaces a la hora de frenar las infecciones por virus con la mutación Erik, pero siguen ofreciendo una altísima protección frente a la covid grave.

“Un virus que no se propaga es un virus que no evoluciona”, sentencia el biólogo colombiano Julián Villabona

“No es sorprendente que una mutación que confiere tanta ventaja aparezca tantas veces en contextos diferentes. Nos indica que la única manera de ralentizar la aparición de estas variantes es reducir la transmisión al máximo”, señala Comas, del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC). Los virus siempre están mutando. La expansión fuera de control de la pandemia hace que se multipliquen las posibilidades de que surjan variantes más peligrosas. En la última semana se han detectado casi cuatro millones de nuevos infectados en el mundo. “Esto no es solo una ventana de oportunidad para que el virus cambie. Es básicamente abrirle las ventanas, las puertas y hasta el garaje”, en palabras del biólogo colombiano Julián Villabona, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

“La mutación E484K es preocupante, pero no es una razón para desesperarse”, señala Villabona. La empresa estadounidense Moderna informó el 25 de enero de que los anticuerpos generados por su vacuna tienen una capacidad de neutralizar el virus seis veces inferior frente a la variante sudafricana, pero sigue siendo suficiente, recuerda el investigador. “La E484K puede tener un impacto en la capacidad del virus para reinfectarnos, pero esto no significa que la variante vaya a evadir por completo nuestro sistema inmunológico. Además, el efecto de la mutación en las vacunas puede ser diferente a nivel individual, pero el efecto a nivel poblacional puede continuar siendo satisfactorio”, subraya Villabona.

El equipo del epidemiólogo Nuno Faria, del Imperial College de Londres, descubrió en diciembre una variante del coronavirus con Erik y Nelly en la ciudad brasileña de Manaos. Faria y sus colegas advirtieron el 12 de enero de que el virus podría estar mutando en diferentes lugares del planeta en una misma dirección: variantes más fácilmente transmisibles e incluso capaces de reinfectar a personas que ya han superado la covid. El genetista Fernando González Candelas, codirector del consorcio español y catedrático de la Universidad de Valencia, cree que todavía es pronto para hablar de una evolución convergente. “Son mutaciones independientes. Ahora falta ver que se seleccionen en las diferentes poblaciones para dar lugar a combinaciones de mutaciones similares”, apunta.

La solución al problema es muy conocida: vacunar cuanto antes a todo el mundo y, hasta entonces, protegerse con mascarillas, distancia física, higiene de manos y buena ventilación. “La lección que nos enseñan las nuevas variantes, y la mutación E484K, es que no debemos subestimar la evolución viral dejando que el virus se propague desenfrenadamente”, recalca Villabona. “Un virus que no se propaga es un virus que no evoluciona”, sentencia.

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Sobre la firma

Manuel Ansede
Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III

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