Las dos entidades municipalistas vuelven a impulsar su fusión

Las dos entidades municipalistas catalanas, la Federación de Municipios de Cataluña (FMC) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM), quieren fusionarse en una sola organización. Ya se lo propusieron, sin éxito, en 2015. Ahora vuelven a intentarlo. De momento, ambas han aprobado una resolución para constituir una mesa de trabajo con el fin que ese proceso de fusión culmine este mandato, que finaliza en 2023. “Pensamos que este es el camino que ha de seguir el municipalismo: unir esfuerzos, ir de la mano, compartir objetivos”, aseguró Olga Arnau, nueva presidenta de la FMC, en su discurso de investidura el 15 de noviembre.

La Federación y la Asociación de Municipios nacieron a la vez, ambas en 1981, “como contrapeso político” una de otra, admite Arnau. La segunda se ha movido siempre en la órbita convergente, ahora PDeCAT, mientras que la primera ha estado históricamente vinculada al PSC. De hecho, Olga Arnau, actual alcaldesa de Vilanova i la Geltrú, se convirtió hace 10 días en la primera dirigente —y en la primera mujer presidenta— del ente que no es socialista (es de ERC). El bipartidismo regente hace cuatro décadas es lo que originó la duplicidad de entidades: “Una representaba el poder de la Generalitat y la otra el de las grandes ciudades del cinturón rojo, cada una se montó su chiringuito y se perdió la importancia del instrumento que tienes en la mano, que es el municipalismo. Y de aquí deben eliminarse los colores políticos”, reivindica Arnau.

Los intentos de superar esta dicotomía se remontan a muchos años atrás. Uno de los primeros conatos se produjo en 2005, cuando los dos entes llegaron a firmar un protocolo de colaboración y se intentó crear una comisión con representantes de ambas. En 2012 y en 2015 volvió a surgir la propuesta, entonces en un momento en que la sombra de la corrupción había azotado a ambas: a la FMC durante la etapa de Manuel Bustos por supuestos sobresueldos a los alcaldes (que finalmente se archivó) y por la mala gestión económica de su expresidente (todavía se investiga el supuesto cargo de miles de euros de gastos personales de Bustos a cuentas del ente); y a la ACM por el saqueo de medio millón de euros que realizaron dos exdirigentes (condenados a 23 meses de prisión y a devolver el dinero).

Hace cuatro años ambas entidades llegaron a aprobar resoluciones para impulsar la fusión, pero no se logró por la falta de acuerdo entre el PSC y los independentistas. “Entonces pesó mucho el contexto nacional. Las tensiones por el procés no facilitaron que hubiera grandes acuerdos políticos”, explica Eduard Rivas (PSC), alcalde de Esparraguera y vicepresidente de la FMC, que recuerda también los pactos rotos en ayuntamientos a raíz del desacuerdo por el referéndum y la aplicación del artículo 155.

Los nuevos responsables de las dos entidades coinciden en que en esta ocasión sí se logrará. Aseguran que lo que ha cambiado respecto a 2015 es que en los órganos de gobierno de las dos entidades están representados todos los partidos de forma equitativa, cosa que hasta ahora no había sucedido. “Ahora la voluntad es total y hay un sistema de gobernanza transversal. Además, tanto en la Federación como en la Asociación de Municipios confluyen tres grandes partidos —JxCat, ERC y PSC— que están a favor de la fusión”, abunda Lluís Soler (JxCAT), presidente de la ACM y alcalde de Deltebre. “Sería bueno que el municipalismo enviara el mensaje de que se puede gobernar conjuntamente y que es capaz de sumar esfuerzos. La existencia de las dos entidades ya no tiene sentido porque el bipartidismo está superado”, añade Rivas

Las asambleas de las dos entidades ya han aprobado (la ACM en septiembre y la FMC el 15 de noviembre) una resolución idéntica en que acuerdan “trabajar en la elaboración de una propuesta de unificación de las entidades municipalistas en Cataluña” y “construir una mesa paritaria” entre ambas organizaciones para iniciar dicho proceso. Consideran que la fusión servirá para “reforzar” su papel como interlocutores del Govern y que “la situación actual del municipalismo tiene que hacer posible lograrlo en este mandato”.

Soler admite que “ya han habido los primeros contactos entre los partidos” para preparar la fusión y próximamente harán lo propio las entidades, cuando la ejecutiva de la FMC, recién constituida, empiece a rodar. Olga Arnau apunta que lo más difícil del proceso será decidir si una entidad se integra en la otra o se constituye una entidad nueva, además de ver cómo se mantienen y traspasan los convenios y contratos actuales firmados con empresas y otras administraciones. Lo que sí tienen claro es que debe ser una entidad “transparente” para evitar los escándalos de corrupción del pasado. “Es un ente que gestiona dinero público, así que la transparencia, el buen gobierno y la rendición de cuentas deben regirlo”, concluye Arnau.