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¿Tendrá impacto positivo en Madrid la regulación de los pisos turísticos?

Una asociación de propietarios de viviendas turísticas y la portavoz del gobierno municipal plantean sus argumentos

Dos turistas salen de un portal en el centro de Madrid.
Dos turistas salen de un portal en el centro de Madrid.Jaime Villanueva

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una normativa que aboca al cierre a más de 10.000 pisos turísticos.  La regulación es aplicable a los establecimientos que la Comunidad de Madrid define como Viviendas de Uso Turístico (VUT), que son los que se alquilan 90 días o más al año y no afecta a los que lo hagan menos días o a las habitaciones que se alquilan sueltas. Barcelona, Valencia y Palma también tienen normativas e inspecciones para poner coto a la proliferación de viviendas para viajeros.

¿Es positivo para la ciudad el Plan Especial de regulación de pisos turísticos del Ayuntamiento de Madrid? Una asociación de propietarios de viviendas turísticas y la portavoz del gobierno municipal plantean sus argumentos. Antes de leer, ¡vota!

El Clan y las VUT, por Adolfo Meras, presidente de Madrid Aloja (asociación que reúne a 390 asociados y unos 4.000 propietarios)

En el libro El Clan del Oso Cavernario un hechicero neandertal tras mover las manos declara muerta a la protagonista Cromagnon, Ayla, adoptada previamente por la tribu. Hoy somos todos Ayla. Todos menos el que movía las manos.

"De llenarse todos los días, viviríamos en un colapso permanente como en el Orgullo

Cuando un gobernante utiliza datos falsos para legislar, algo huele mal… El Ayuntamiento da el número de Plazas turísticas, 150.730 y las iguala al número de turistas, así obtiene 55 millones de pernoctaciones… La realidad según Madrid Destino, su empresa, es de 21 millones. 2.5 veces más, datos exageradamente falsos. A partir de aquí todos los datos del Plan son una suma de falsedades y errores, voluntarios o no.

El delegado ha repetido el último año que había dos turistas por residente en Sol, un turista por residente en Cortes y 1 turista por cada 2 residentes en Centro. Ese dato es falso, el concejal ha contado todas las plazas disponibles de nuevo y nos dice que están ocupadas permanentemente, pero él conoce los datos reales… ¿Alguien que legisla, se equivoca o miente, puede seguir en política? De llenarse todos los días, viviríamos en un colapso permanente como en las fechas del Orgullo.

Dicen que el Centro se vacía, pero "su padrón" dice que hay 2500 personas más viviendo en Centro, 1700 nuevos residentes extranjeros en 2018. 100.000 personas más en Madrid en 4 años.

Es innegable que hay más de 4 millones de pernoctaciones no contabilizadas en las viviendas turísticas de Madrid y que un número pequeño de estas, está creando molestias a los vecinos, y hemos pedido regular más contundentemente en sanciones, reducir la incertidumbre del vecino que tiene una vivienda turística al lado, que se sienta defendido.

Hemos democratizado el turismo, hoy nos visitan familias, padres con hijos, nietos con abuelos, gente de bien que aporta a nuestra ciudad. Ciudadanos que emigran a otra parte de España o a otros países pueden poner su vivienda en alquiler temporal y usarla cuando vuelven a Madrid. ¿Renunciaremos a esto, 3000 puestos directos de trabajo, 10000 familias afectadas?

Podemos exigir llaves temporales digitales para los portales, recepciones con reconocimiento facial digital, control de ruido con conexión a la policía, controlar y limitar el número de ocupantes, el de viviendas por bloque, regular los horarios de entrada y salida... Pero nos han dicho que no, que eso no tocaba... A alguien le interesaba salir hoy prohibiendo a dos meses de elecciones. A nosotros nos interés legislar contra los malos actores, que no paguen justos por pecadores.

Mantengamos la calma, dos partidos C´s y PP han votado en contra y el PSOE, que ha votado a favor, ya ha dicho que esto no afectará a las viviendas dadas de alta en la Comunidad hasta el día de hoy. Debemos regular para la convivencia… Agrego yo que lo contrario nos convertiría en una república bananera o en esa sociedad en la que uno, moviendo las manos en el aire, mataba hipotéticamente a otros…

Una regulación necesaria, por Rita Maestre, portavoz del gobierno municipal de Ahora Madrid.

Más de 10.000 viviendas funcionan como alojamientos turísticos en nuestra ciudad. De ellas, la mitad están en el centro y la mayoría pertenece a empresas y fondos de inversión. Han funcionado hasta ahora sin ninguna norma que las regule, sin condiciones ni limitaciones. Provocando lo que todos ya sabemos: subida de precios en los alquileres en las zonas en las que abundan e inseguridad y deterioro en la convivencia con las vecinas y vecinos que ven con lógica preocupación la ida y venida constante de personas que no conocen por sus espacios comunes. Este fenómeno ha provocado además un cambio progresivo en las calles de los barrios donde ha habido más presión, un cambio que se ha percibido en sus comercios, sus calles, sus plazas: los vecinos de siempre se marchan porque no pueden pagar los alquileres y el centro se convierte en una especie de parque temático que poco a poco pierde toda su identidad.

La norma tiene como objetivo mantener la esencia de la ciudad y un turismo sostenible

Esto ha estado pasando durante años sin que los poderes públicos se dieran por aludidos, muy concretamente la Comunidad de Madrid, que es la que tiene las competencias de turismo.

Pero la situación en nuestra ciudad ha cambiado. El pleno del Ayuntamiento aprobó el miércoles la normativa que regula la implantación de las viviendas de uso turístico (VUT) en nuestra ciudad. Lo ha hecho haciendo valer las competencias urbanísticas que tiene el gobierno local. Así, cualquier ciudadano podrá alquilar su vivienda para uso turístico por un máximo de 90 días al año, lo que permite compatibilizar el uso residencial de la vivienda con, por ejemplo, ponerla en alquiler el mes de las vacaciones. Pero por encima de los 90 días todas las viviendas que quieran ejercer como un negocio exclusivo de hospedaje tendrán que tener licencia para ello, es decir, serán tratadas como cualquier otra actividad económica y tendrán por tanto que cumplir una serie de requisitos. Entre ellos, si están ubicadas en la almendra central, contar con una salida independiente a la calle. Si no lo cumplen seguirán teniendo uso residencial y podrán pasar a ser viviendas habituales o ser alquiladas en el régimen habitual, obviamente.

Con esta iniciativa seguimos los pasos de todas las grandes ciudades del mundo: París, Nueva York, Ámsterdam... Todas, sin excepción, están tomando medidas contra este fenómeno que también pone en peligro la calidad y sostenibilidad del turismo, provocando una masificación y la rebaja de los estándares de calidad, de los que nuestra ciudad puede presumir.

En definitiva, es una norma imprescindible que tiene como objetivo, además de poner cierto orden en un sector económico desregularizado, mantener la esencia de la ciudad y sus barrios, desarrollar y apoyar un turismo sostenible, respetuoso con el entorno y enriquecedor para todos. Una regulación necesaria para los vecinos y vecinas de Madrid.

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