_
_
_
_

Puigdemont muestra su inquietud por la división del independentismo

El Consejo para la República convocará elecciones ‘online’ en el plazo máximo de un año

Álvaro Sánchez
Presentación del Consell per la República en Bruselas, este sábado.
Presentación del Consell per la República en Bruselas, este sábado.Delmi Álvarez

Carles Puigdemont utilizó este sábado la presentación del Consejo para la República en Bruselas para hacer una doble advertencia: primera, sin unidad, el independentismo se arriesga a perder su "autoridad moral para hacer lo que hay que hacer". Y segunda, sin un registro representativo de inscritos en el organismo, las credenciales con las que se presente al mundo quedarán debilitadas. El expresidente catalán ha intervenido en dos sesiones consecutivas en el Teatro Real Flamenco ante la falta de espacio para dar cabida al millar de seguidores que se apuntaron al acto.

Más información
Puigdemont activa un consejo “para preparar la república” pero sin atribuciones
Torra da cuatro días a Buch para que haga cambios en la cúpula de los Mossos

Este llega en un momento de falta de consenso sobre la estructura exterior del separatismo. La CUP, este mismo sábado, ha vuelto a desmarcarse del Consejo, una fundación privada registrada en Bélgica. "En estos momentos no es un ente que nos permita avanzar ni nacional ni socialmente", ha afirmado la formación anticapitalista. La cifra de inscritos tampoco termina de arrancar al ritmo esperado. Por ahora suman algo más de 40.000 en los 40 días que lleva funcionando el registro. A ese ritmo se tardaría casi tres años en alcanzar el objetivo de un millón que se marcó Puigdemont semanas atrás. Las pequeñas donaciones por inscripción, de 10 euros, son una fuente de financiación clave para la actividad del Consejo.

Durante la presentación se han explicado los próximos pasos que tomará el organismo. Entre ellos figura la convocatoria de una votación cuando se alcance el millón de inscritos o en un plazo de entre seis meses y un año. En dicha elección se elegirán a los entre 100 y 150 miembros de la denominada Asamblea de Representantes, un foro conformado por diputados, alcaldes, concejales, ciudadanos catalanes mayores de 16 años y catalanes residentes en el extranjero. La asamblea elegirá al presidente del Consejo para la República, cargo que por ahora ocupa Puigdemont. El expresidente se ha rodeado de un equipo formado por los exconsejeros Toni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí, la presidenta de ANC, Elisenda Paluzié, la alcaldesa de La Garriga, Meritxell Budó, el diputado de ERC Toni Castellà, y la doctora en Derecho Neus Torbisco-Casals.

La puesta de largo llega 40 días después de un acto similar en el Palau de la Generalitat y a poco más de un año de la manifestación independentista de Bruselas. Los asistentes han coreado consignas a favor de los "presos políticos" y la independencia. En plena controversia por la actuación de los Mossos contra radicales en Girona y Terrasa, hubo voces entre el público que exigieron la dimisión del consejero de Interior, Miquel Buch. La petición fue rápidamente acallada por otros asistentes. "No es el momento", recriminaron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sacó pecho de su reciente viaje a Eslovenia, donde se reunió con representantes políticos y sociales. "Venimos de ver a un pueblo que nos ha mostrado su apoyo incondicional", señaló. Su perfil en el evento fue discreto, aunque dejó algún recado a Madrid con aires de desafío. "Estamos dispuestos a todo para ser libres", advirtió. La mayoría del público, llegado de Cataluña aprovechando el puente de la Constitución, acudía para ver a Puigdemont, el único al que recibieron con una ovación en pie. El expresidente llamó a los suyos a no desfallecer. "Falta el tramo más difícil, el reconocimiento internacional, ese es el objetivo [...] pero nos hacen falta más personas que quieran hacerse ciudadanos de la república", insistió. Puigdemont cree que la utilidad del Consejo reside en que puede actuar en un ámbito en el que España no alcanza a intervenir. "En un contexto de libertad vigilada, de restricciones y recentralización, el Consejo puede hacer lo que nuestras instituciones no pueden", dijo sin concretar más.

Antes, el rapero Valtònyc y el cantautor Lluís Llach realizaron sendas actuaciones y se leyó una carta de Carme Forcadell escrita desde la cárcel. La intervención más dura fue la del exconsejero de ERC, Toni Comín. "Os ayudaremos desde fuera a desfranquistizaros y desfasticizaros", cargó. "Ya se apañarán", respondía alguno con sorna desde el público. "Seremos generosos en la victoria", zanjó Comín. El antaño responsable de Salud del Govern llamó a la lucha callejera pacífica y cerró la puerta a tender puentes. "Si ante un Estado autoritario planteamos esto como un pulso desde las instituciones no lo conseguiremos. Si lo planteamos como un pulso entre sus instituciones y nuestra sociedad, ganaremos, porque su represión colapsará", auguró.

Los mensajes sobre el Consejo para la República no solo llegaron desde Bruselas. El expresidente Artur Mas afirmó, en entrevista a Catalunya Ràdio, que debe servir como "incubadora de la unidad" y alertó contra la división de las fuerzas independentistas. El menú soberanista se completará este sábado con el Festival City Zen, un concierto de 12 horas de música ininterrumpida para recaudar fondos en el que actuará Valtònyc, el rapero huido en Bélgica de la justicia española.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_