La diferencia en la esperanza de vida entre barrios por renta se reduce en Barcelona
Los casos de gonorrea entre los hombres mantienen una tendencia al alza y crecen un 30% con respecto al año pasado
El informe anual sobre la salud en Barcelona de 2017 da una buena noticia: las diferencias en la esperanza de vida entre barrios en función de la renta de los vecinos se reducen. Además, en conjunto, la esperanza de vida bate récords históricos tanto entre hombres como en mujeres. Otros indicadores no son tan positivos: la gonorrea y la sífilis siguen aumentando entre los hombres.
En materia de esperanza de vida y la brecha que separa a barrios ricos de barrios pobres, si entre 2011 y 2013 la diferencia era de 4,3 años, entre 2014 y 2016 la brecha se redujo a 2,4 años. Y sobre todo, porque aumenta la esperanza de vida en los barrios con menores rentas. "Es un dato que hay que leer con prudencia, pero para este gobierno la reducción de la desigualdad es una cuestión prioritaria y si disminuye la diferencia significa que las políticas tienen un impacto en la población más desfavorecida", ha celebrado este martes la comisionada de Salud, Gemma Tarafa.
En el conjunto de la ciudad, la esperanza de vida sigue creciendo y alcanza el récord histórico de 81,2 años para los hombres y los 86,9 para las mujeres. Con todo, las diferencias por distritos, son grandes. En el caso de los hombres, y sin cruzar con la variable de renta, la distancia llega hasta los cinco años de vida entre los vecinos de Ciutat Vella (78,1 años) y los de Les Corts (81 años). En el caso de las mujeres la brecha se reduce a los 2,5 años que separa la esperanza de vida de Ciutat Vella (85,2 años) y la de Nou Barris (87,7). Curiosamente, las vecinas del distrito que concentra las menores rentas de la ciudad son las más lonjevas.
Respecto a la mortalidad, la tasa por 100.000 habitantes se reduce a 1.043 en el caso de los hombres y a 606 en las mujeres. Y las principales causas de mortalidad prematura (antes de los 70 años) siguen a la baja. Son, en el caso de los hombres, los tumores de pulmón (que repuntan ligeramente), las enfermedades del corazón, los suicidios y la cirrosis u otras enfermedades del hígado. En el caso de las mujeres reputan ligeramente los tumores de mama, pero caen los de pulmón, los suicidios y se estabilizan las muertes por cáncer de ovarios.
El informe anual de la Agencia de Salud Pública de Barcelona apunta a otra tendencia negativa. Y es que si el año pasado se dispararon los casos de gonorrea entre los hombres (en parte por un aumento de la vigilancia), la enfermedad no remite: sigue aumentando, pero no tanto. De un salto del 149% más de casos se ha pasado a un aumento del 30%. En el caso de la sífilis, también entre los hombres aumentan los casos pero también se frena el crecimiento: del 88% al 10%. El VIH y el Sida se estabilizan.
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