El Govern recurre a las familias para que acojan a menores ‘sin papeles’

El sistema de atención a los menores sin referentes familiares está sobrepasado. Este año, según ha asegurado este miércoles el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Chakir El Homrani, llegarán a Cataluña 3.000 menores extranjeros no acompañados (MENA), y el Govern, ha admitido, no puede generar plazas de acogida al mismo ritmo que las llegadas. Ante el colapso de los centros de atención, el conseller ha explicado que el Govern acudirá a las familias voluntarias que en su día se postularon como “mentores” de personas refugiadas para que ayuden en la acogida a los MENA. Esta misma tarde el departamento se ha reunido con 68 de estas familias.

El aluvión de menores que llegan a Cataluña sin referentes familiares ha puesto en jaque a la Generalitat. Si entre 2010 y 2015 el número de menores no acompañados oscilaba entre los 300 y los 400 anuales, en 2016 ascendieron hasta 700. En 2017 se dispararon hasta los 1.700 y este año se prevé cerrar por encima de los 3.000 menores llegados.

El consejero El Homrani ha comparecido a petición propia en la comisión de Asuntos Sociales en el Parlament para reconocer que la situación es “de emergencia”. En los últimos meses, la falta de plazas de acogida para estos menores ha dejado imágenes de decenas de jóvenes durmiendo en comisarías de Mossos d’Esquadra o pasando las horas muertas en la puerta de las dependencias policiales, donde no tienen una cama donde dormir o atención médica. En la noche del martes, según ha informado el Homrani, fueron más de 50 los menores que pasaron la noche en comisarías.

El Homrani ha reconocido en la comisión parlamentaria que, ante la llegada de menores migrantes, el departamento ha sufrido una falta de coordinación y planificación, especialmente en la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), el organismo de la Generalitat que garantiza la protección al menor. “El sistema de infancia no estaba pensado para esto”, ha dicho.

La DGAIA tiene actualmente unas 2.000 plazas específicas para atender al colectivo de los MENA, distribuidas en un centenar de centros distintos, desde los centros de emergencia, centros de primera acogida, pisos tutelados o residencias para jóvenes. El Homrani ha detallado que, desde junio, se han creado 1.400 plazas, y ha anunciado la creación de cinco centros de emergencia en las próximas semanas (uno por provincia y dos en Barcelona). “Tenemos que tener esta capacidad de dar respuesta a esta emergencia que continuará, como mínimo, durante dos meses”, ha afirmado.

Por ello, El Homrani ha anunciado que, antes de 2019, su departamento “redefinirá” la atención de los menores migrantes en la DGAIA, a pesar de que se hayan destinado ya 68 millones de euros adicionales para este cometido. La reforma del organismo, ha explicado El Homrani, se hará conjuntamente con las entidades sociales para adaptarla a la “emergencia social” de los menores migrantes.

Una de las medidas concretas que ha avanzado El Homrani es la posibilidad de que familias voluntarias se añadan al sistema de acogida o de acompañamiento de los MENA. El consejero se ha referido a las familias que se presentaron al Programa Catalán de Refugio para ser mentores de las personas refugiadas. Esta la tarde el departamento ha reunido a 68 de estas familias para abordar esta posibilidad.

La de las familias de acogida, sin embargo, es la solución que menos se ha utilizado para la atención a los menores que llegan sin referentes familiares. A fecha de 1 de junio de 2018, según la información que proporcionó el conseller en respuesta a una pregunta parlamentaria, solo hay 12 menores extranjeros sin referentes familiares acogidos en una familia extensa (es decir, en un hogar en el que hay algún miembro de la familia del menor), uno en una familia ajena, uno en acogida preadoptiva y cuatro en trámite. Sin embargo, la mayoría de ellos llegaron antes del aluvión de MENA de los últimos años. De los que llegaron en 2017, solo uno fue acogido en una familia extensa a fecha de 31 de diciembre. Ninguno de los chicos llegados en 2017 estaba acogido en una familia ajena a 31 de diciembre, pero había uno que se encontraba en trámites. De los que llegaron entre enero y junio de 2018, solo dos están acogidos en familia extensa y ninguno en familia ajena. La directora de la DGAIA, Georgina Oliver, ha pedido en varias ocasiones que las familias se pongan en contacto con la institución.

Las entidades sociales han celebrado, en un comunicado, que la Administración lidere la gestión de la crisis, aunque han alertado de que cada minuto que pasa sin que los menores estén atendidos en las condiciones necesarias supone una dificultad para garantizar una inclusión digna de los jóvenes. Los grupos de la oposición han criticado en la comisión parlamentaria que la crisis no se haya abordado antes. “El pecado original es dejarlo todo en manos de una DGAIA con pocos recursos”, ha afirmado Marta Ribas, de En Comú-Podem. Raúl Moreno, del PSC, ha criticado que la falta de previsión hace que “ahora se tenga que correr”, mientras que Vidal Aragonès, de la CUP, ha asegurado que la gestión privada, por parte de entidades, del 80% de las plazas de acogida “es parte del problema”.