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El Govern admite la falta de 1.200 plazas para menores migrantes

La directora de la DGAIA, Georgina Oliva, reconoce que la Generalitat "podría hacerlo mejor" en la atención a los MENA

Josep Catà
Menores extranjeros en una sala de espera de la Ciudad de la Justicia.
Menores extranjeros en una sala de espera de la Ciudad de la Justicia. Massimiliano Minocri

El importante aumento en los últimos meses de los jóvenes extranjeros no acompañados que llegan a Cataluña tiene a la Generalitat al borde del colapso en la gestión de la protección al menor. Las imágenes de los jóvenes durmiendo en comisarías de Mossos d’Esquadra han evidenciado la falta de plazas de acogida y la situación de urgencia en la que se encuentran los profesionales encargados de la atención a los menores. La directora de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), Georgina Oliva, ha admitido este domingo que en Cataluña faltarán unas 1.200 plazas residenciales para menores no acompañados hasta noviembre próximo si se mantiene el ritmo de llegadas de los últimos meses.

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En tres años, los jóvenes extranjeros que llegaron solos a Cataluña se han cuadruplicado (de 377 en 2015 a 1.949 en lo que va de año). De hecho, a finales de agosto, ya se había superado la cifra global de menores extranjeros no acompañados registrados en todo el año 2017. Ante este importante aumento de la llegada de jóvenes, Oliva ha reconocido, en una entrevista en RAC 1, que la Generalitat “podría hacerlo mejor” en la atención a los menores inmigrantes no acompañados. “Nos encontramos en una situación de emergencia de país”, ha agregado.

Dormir en la comisaría

En la noche del sábado, ha detallado Oliva, cerca de 40 menores durmieron en comisarías de los Mossos d’Esquadra, “en unas condiciones que no son óptimas”. La directora de Atención a la Infancia ha explicado que ya se han creado 2.000 plazas residenciales para menores migrantes no acompañados, pero que desde ahora hasta el próximo mes de noviembre harán falta otras 1.200, “si la tendencia se mantiene”. Mientras tanto, la DGAIA está ubicando a los menores en hoteles, casas de colonias y pensiones.

Según Oliva, el flujo de menores marroquíes (representan más del 80% de las llegadas) que migran ha ido en aumento desde que el rey Mohamed VI anunció su propósito de implantar el servicio militar obligatorio. La directora del organismo ha opinado que el porcentaje de los que llegan a Cataluña es “escandalosamente superior al de otras comunidades autónomas”, porque, ha asegurado, “aquí se sienten mejor atendidos”. Oliva también ha recordado que las familias que se quieran prestar a la acogida de estos menores pueden ponerse en contacto con la DGAIA.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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